13.3.06

EL ABURRIMIENTO Y LA ENVIDIA, COMO EL ALCOHOL Y LA CERILLA

bored

“ Peor que un cabrón empedernido,
no es el hacendoso inflexible,
no es el chulo del rifle;
si no el bastardo aburrido
sin quehacer que lo realice.”
Filósofo Japonés “Yaka Erasya”

- ¡Hola Adela! – Luís Miguel y Marcos le tiran de la coleta.
- ¡Sois unos críos imbéciles!.
- Tranqui que mañana no te podremos hacer aguadillas en la piscina por que la tienen que pintar.
- Ya… No me chupo el dedo. Como os volváis a acercar a mi en el agua le diré a mi padre lo que hacéis… ¡Sobones!–
A Marcos le gusta la sonrisa que se oculta en la amenaza de Adela. Es una chica con carácter.



Los tres amigos tienen el semblante serio sentados en el porche. El sol del verano se derrama inclemente sobre la calle al igual que el aburrimiento. Son adolescentes y no tienen nada que hacer. La piscina está cerrada para bañarse, la bicicleta de Luís Miguel pinchada y a Marcos le han prohibido sus padres salir de la urbanización. David le tira una piedra a una lagartija que corretea por allí. Falla.
- ¡Esto es una mierda! – dice David – A ti te han pinchado la bici y a Marcos no le dejan salir de aquí.
- Podemos ir a los manzanos a fumarnos los cigarros que le he cogido a mi madre – aventura Luís.
- Basta que vayamos para que mi padre me llame desde el balcón para controlar que estoy aquí. Últimamente no hemos parado de meternos en líos.
- Desde el huerto le oiríamos. ¡Venga va!, vamos a echar unos pitillos…
- Que no Luís, ¡joder!. Si me ven salir de allí me mandarán subir a casa y me olerán el aliento. Casi me voy a ver la tele. No quiero más follones. Primero lo de la tienda, luego lo de la fábrica. Enlazamos un jaleo con otro. A este paso voy a estar castigado hasta que me salgan pelos en los huevos.
- David ya tiene – se cachondea Luís - ¡Venga, Marcos!, no seas moñas y vamos a fumar.
- ¡Qué no, ostias!. Hagamos algo tranquilo. ¿Porqué no jugamos un Risk?.
- Yo paso – dice David – Luís Miguel no sabe perder y se pica. Siempre se suicida contra quien le ataca, incluso si así también pierde él.
- Idiota – se indigna el aludido.
Del portal de enfrente bajan Silvia y Adela. Van a la piscina a tomar el sol aunque no se puedan bañar. Luís Miguel las mira divertido, parece que se le ha ocurrido una idea.
- ¡Tíos!, ya lo tengo. Podíamos convencer a las chicas para hacer espiritismo en el bloque 17. Allí no vive nadie.
- ¡Bah! – dice Marcos – Siempre pasa lo mismo, tu acabas moviendo el vaso con el dedo y ellas llamándonos cerdos por que el espíritu les dice que se quiten la ropa. – David asiente también con un amago de sonrisa pícara que se queda en… simple.
- Esta vez será diferente. Te apuesto lo que quieras a que le puedo tocar las tetas a Silvia sin que se entere. Haremos esto: Tú Marcos, te irás ahora al cuarto trastero del bloque 17 y te esconderás allí. David y yo convenceremos a las chicas para hacer espiritismo sin Ouija. Estaremos enredando un poco y cuando diga “espíritu si estás aquí da un golpe”, tú lo das.
Ponen en marcha el plan. Cuando David y Luís miguel entran en la piscina, caen en la cuenta de que los obreros que la están pintando parecen más pendientes de los culos en pompa de las jovencitas que de su trabajo.
- Mira Luís Miguel, esos está más salidos que tú – le dice David en voz baja.
Se acercan a Silvia y Adela, las cuales fingen estar ensimismadas en la lectura mientras se broncean la espalda.
- ¡Hola chicas! – dice Luís Miguel.
- …Umm – contestan a la par; casi con desprecio.
Luís Miguel tiene un primo de diecisiete años. Le ha dicho a David que lo va a usar de cebo para convencerlas. Es el típico guaperas que hace ir de lado a las niñas. David entiende la jugada ya que directamente no las van a convencer para jugar a los espíritus. Ese primo, no obstante, sigue en su pueblo, pero eso no lo saben ellas – piensa David - .
- Es que vamos a ir con mi primo a hacer espiritismo al bloque 17 – deja caer.
- Mira Luís Miguel, pasamos de esos rollos contigo – dice Adela.
- Bueno – interviene Silvia -, tampoco tenemos nada mejor que hacer.
A Silvia se le nota que está pensando en el primo, pero intenta que todo parezca casual.
Por supuesto, Juamma, el primo de Luís Miguel, no aparecerá.
De camino al portal, una señora búho, casi se cae del balcón al cotillear. Es corta de vista y no reconoce a los chavales que van al edificio deshabitado para vete a saber qué. ¡Qué rabia!.

- ¿Y tu primo? – comenta Silvia con indisimulada impaciencia.
- er… Luego viene.
Se sientan en el rellano de la escalera. Luís Miguel saca los cigarrillos y tras dudar un poco son aceptados por la chicas.
- Bueno, hoy haremos espiritismo sin Ouija. – dice David para romper el silencio y para que Marcos se entere de que ya están allí.
- ¿Qué chorrada es esa? – Adela finge estar a disgusto. Su apariencia es más de miedo que desprecio por los chavales.
- Que si tonta, el espiritismo de verdad se hace así. Con el vaso y toda la pesca siempre creéis que hacemos trampas.
- ¿Vosotros trampas? – tercia Silvia con ironía.
Silvia ya se ha percatado de que el primo de Luís Miguel no va a venir. De todos modos le gustan los juegos. Tiene mucha imaginación. Como dice su compañera de cuarto en el colegio: “Silvia, ¿ eres un poco guarrilla, no ?”. Es consciente de que Luís va hacer lo posible por meterle mano. Se resistirá un poquito pero no demasiado. Al fin y al cabo con estos críos es fácil marcar los límites, basta con ponerse seria en el momento adecuado.
- ¡Venga va!, nos cogemos las manos y nos concentramos. Tenéis que dejar la mente en blanco.
- Tu lo tienes fácil, Luismi – se ríe Silvia.
Forman el círculo y una vez superadas las risitas y caras de circunstancias el “médium”, Luís Miguel Azcárate, habla:
- Espíritu… - voz profunda y po-fesional - … si estás aquí da un golpe…
No sucede nada.
- Tenemos que concentrarnos más. – dice muy serio.
- ¡Vale ya de pijadas!- Adela parece muy inquieta. David está alelado mirando el surco de sus pechitos en su minúsculo traje de baño. Tiene muy presente que llegado el momento, Luís Miguel no se cortará en tocarle las peras a Silvia. Algo le dice que si él osa rozarle un pelo a Adela, el ostión que va a recibir va a ser apoteósico.
Se colocan de nuevo en posición.
- Espíritu… - voz más profunda y po-fesional que antes - … si estás aquí da un golpe.
“ ¡Blam!” . Resuena en el rellano de la escalera.
Las dos chicas sueltan un alarido de terror al unísono. El más auténtico es el de Adela. Silvia tiene la mente lo suficientemente calenturienta como para olerse la tostada pero le encanta el juego. Adela se levanta como histérica y empieza a golpear la puerta del portal para salir de allí; Silvia, solidaria, hace lo mismo. Los chavales, caballerosos, intentan tranquilizarlas. En el forcejeo, Luis Miguel le da un repaso a la generosa anatomía de Silvia que haciéndose la tonta se deja sobar.
David tenía la intención de meterle mano a Adela disimuladamente. No sabe que cable se le ha cruzado pero la tiene agarrada por detrás y con sus manos sobre sus pechos con todo descaro. Algo no va bien por que hace ya la eternidad de dos segundos que debería haber notado una coz en su entrepierna o un alarido de rabia antes de recibir un bofetón que lo tumbe de espaldas. ¡Menuda es Adela!.
- … ¡Qué te quites de una puta vez de encima de Adela!, ¿no ves que le pasa algo? – le está diciendo por tercera vez Silvia. Tanto Luis Miguel como ella están muy serios.
David se aparta de Adela que está tumbada e inerte en el suelo. El chaval pone cara como de verla por primera vez.
- ¿Qué le has hecho hijo de puta? – Silvia y Luis Miguel están arrodillados junto a Adela intentando reanimarla inútilmente. David se ha apartado a un rincón alelado.
- Era una broma – murmura con una voz que no le llega al cuello.
- ¡Marcos baja ahora mismo ! – grita Luís Miguel por el hueco de la escalera.
Se oye el trote de Marcos al bajar. Cuando llega sonriente y ve el cuadro se gira hacia David:
- ¿Qué le has hecho a Adela? – Le dice Marcos a David con los ojos como platos. Mientras tanto, Luís miguel levanta y deja caer el brazo de la niña que suena sordo contra el suelo. Murmura: “está muerta, tíos, está muerta”.
Silvia se sienta en las escaleras por que está a punto de sufrir una lipotimia. David sale de su catatonia y se va corriendo del portal como alma que lleva el diablo.

Camino de la piscina Luís Miguel y Marcos se llevan unas sonoras collejas de Silvia.
- ¡Sois unos hijos de puta !, casi me muero del susto. Adela, tu y yo tenemos que hablar. ¡Zorra que eres una zorra!. ¿Podíais habérmelo dicho a mi también?.
- Es que si no David se habría olido algo. Así era más realista. – dice Marcos muerto de risa.
- Ya, pero me la habéis pegado a mi también, cabrones. – le responde Silvia, en el fondo con alivio - . Si no hubieras reaccionado en cuanto se fue David corriendo me habría dado algo
Subiendo las escaleras que llevan a la piscina se cruzan con la señora búho que espía desde el balcón y Doña Remedios.
- Si Reme, que desgracia. El hijo del policía ha debido cogerle la pistola a su padre y se le ha disparado en la boca.
Los tres jóvenes pasan frente a ellas con una repentina palidez extrema. Han escuchado lo suficiente como para cuajarse. Se sientan en el césped. Ya no queda nadie allí, los últimos rayos de sol están cayendo.
- ¡Qué horror!, ¡¿Qué hemos hecho?! – dice Adela balbuceante y con los ojos enrojecidos.
- Esto es lo peor que nos podría ocurrir – aporta Luís Miguel.
- Esa frase no hay que decirla nunca, siempre puede ser peor – tercia como un autómata Marcos.
- ¿Siempre puede ser peor?. ¡Le habéis matado vosotros, cabrones!. – Termina Silvia.
Doña Remedios se ha olvidado el bolso en la piscina. Vuelve junto con la señora Búho.
- … Pues sí Reme, lo más increíble es que no se ha muerto, le ha salido la bala por la oreja.

Cuando vuelven a estar solos, Silvia es la única aliviada. Ella mira a los tres chavales como diciendo: “Menos mal, no se ha muerto”. Pero claro, ella no ha leído La Isla del Tesoro: “Los muertos no hablan”.



MORALEJA

En un indeterminado país mediterráneo con amplia y descontrolada descentralización del Estado.
MINISTERIO DE SANIDAD 11:00 A.M

- Y si hacemos… - dice el asesor primero de la ministra.
- No, eso es competencia de las tribus. – contesta la ministra de las saludes como idiotizada, nadie lo nota.
- Y si … ( chorradas incomprensibles ) – apunta el asesor segundo de la ministra.
- er… No, eso también es competencia de las tribus.
La ministra está ausente esta mañana. La “BrainStorming” ( en inglés significa literalmente “ tormenta cerebral “, en ese país mediterráneo significa “reunión de gilipollas soltando gilipolladas” )de hoy se le antoja insulsa. Desde la puerta entreabierta ve a la zorra de su secretaria, sólo cinco años menor que ella, pero con un culo de rompe y rasga y cutis juvenil, tonteando con Alfredo. Alfredo es el informático. Es un tío cañón que le trae como a una gata en celo. La puta de su secretaria se lo está camelando mientras toman un café y fuman con placer sus cigarrillos.
- Ministra, ya lo tengo… - dice el asesor tercero de la ministra incompetente. Perdón, de la ministra sin competencias.
- No, Eusebio, eso también le corresponde a las tribus. Lo que vamos a hacer es una ley Anti-Tabaco.
La ministra piensa que si “esos dos acaban jodiendo”, ella les joderá a su manera. Que su ministerio, al igual que otros muchos y cada vez más, no tenga más competencia que la de organizar carreras de ladillas entre sus miembros, no significa que no quede siempre un recodo para dar por culo. Y la puta de su secretaria tendrá que irse a fumar a la vía, ¡coño ya!.

El aburrimiento y la envidia… como el alcohol y la cerilla.

3 comentarios:

Principemestizo dijo...

Hola desde republica dominicana, solo tengo que decir, muy buen blog, un abrazo y aye me tendras de visita mas a menudo, solo dejame seguir leyendote, ciao!~~

PERCEBE dijo...

gracias mister. Perdón si tardo en contestar pero es que no utilizo la red toos los días. Un saludo.

Anónimo dijo...

empieza bien la historia, pero luego, se enrolla y se enrolla, y la acabas dejando, creo que la tendrias que hacer más concisa, pero esta bien...