28.12.05

El EXPLORADOR

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“Ante un suceso en principio incomprensible o inaudito, la explicación más sencilla suele ser la correcta”.
Vay Austedas Aber, científico danés.


La montaña se alza imponente ante los ojos del explorador. Parece cercana pero la fatiga se acumula en las pantorrillas y la cima sigue inalcanzable. Es después de horas de esfuerzo, cuando al mirar atrás, podemos comprobar la altura a la que nos encontramos.
El sudor ha empapado la camisa y pantalones caquis del aventurero. Los correajes de la mochila hace rato que han tatuado su forma sobre su tensa espalda y el rugido de las tripas le avisa de que va siendo hora de tomar un tentempié.
Se consuela pensando que no tiene que subir hasta arriba del todo; su objetivo se encuentra más próximo. Le da pereza reemprender la marcha pero si ya es malo tener el sol en el culo, peor es que deposite su furia sobre su lampiña coronilla. Tras varios calambres y ataques de flato, se encuentra con la entrada a la gruta.
Antes de adentrase en las tinieblas hay que comprobar, con una meticulosidad que roza la paranoia, si tenemos todos los utensilios. Sí, lleva tres linternas, pilas a gogo, cuerdas de politure..., (el de la tienda decía que eran muy buenas ), mosquetones, botiquín, etc.
Al principio, la sensación es de avanzar en línea recta y horizontal. Sin saber como, se da cuenta de que ha debido descender bastante y con más sinuosidad de la aparente; aunque la galería es amplia, ya no se ve la entrada. Las paredes son las típicas granitico-basálticas que cabe esperar. Afortunadamente no hay murciélagos ni otras alimañas. No es una zona volcánicamente activa ni ha penetrado mucho en las entrañas de la tierra, de hecho su reloj de pulsera super-omega-guachi dice que está a 1800 metros sobre el nivel del mar. Todo esto no cuadra con los cuarenta grados de temperatura que marca el termómetro, debe ser que hay un manantial de aguas termales o algo.
En la lejanía detecta una luminosidad verdosa. Conforme se acerca a la fuente, aumenta la luz. La galería es amplia y si no fuera por las irregularidades pensaría que es obra del hombre. Al apagar la linterna, todo adquiere un color verde-fluorescente que le recuerda a la luminiscencia de la antiguas pantallas de ordenador. Su estupefacción no le había hecho reparar con atención en algo que ahora es nauseabundamente presente: el olor. En efecto, huele a mierda, a mierda pura. En el fondo de la estancia hay dos enormes sumideros de los que brota una sustancia cenagosa que es la causante de los asquerosos efluvios. Todo ello va a depositarse en una especie de laguna de fango borboteante de la que sale humo. Lo que son las cosas, por el cansancio del la escalada, lo último que le apetecía antes era un cigarro. Ahora, tiene un mono que no veas, pero algo le dice que la concentración de metano haría saltar todo por los aires.
Sólo hay un camino para continuar con su aventura y es un corredor mucho mas angosto que el que ha recorrido hasta ahora. La linterna le da una idea del tamaño, es como una tubería de un metro y medio de diámetro y bastante circular. Las paredes no parecen ya de basalto; al no poder resistirse y tocarlas, tiene que retirarlas con repugnancia. Cree haber metido las zarpas en un cubo lleno de mocos de elefante. No lo puede aguantar y deposita la mochila en el suelo para buscar un pañuelo. Después de limpiarse, se da cuenta de que el suelo está igual que las paredes y que la mochila chorrea “eso”. Poco a poco, el camino va haciéndose más resbaladizo hasta que al final se precipita en un gratuito viaje de una atracción de parque temático. Va a toda velocidad asiendo la linterna como si fuera la estampita de San Tadeo, si no lo veo, no me lo creo.
En el último tramo del túnel hay una luz como la de la galería anterior. Al poco se ve en caída libre desde unos diez metros de altura sobre un viscoso lodazal. El impacto contra la piscina de mocos le deja sin sentido.
Como en un sueño, tiene la sensación de ser succionado por una gigantesca vagina con exceso de lubricante. No podría describirlo de otra forma. De alguna manera sabe que la cosa que lo ha tragado se está desplazando. Es una sensación ondulatoria, con un ligero sube y baja. Cuando el transporte se detiene, dan comienzo una serie de movimientos peristálticos que le hacen avanzar hacia “el culo” de su vehículo. Es excretado al exterior. La temperatura es infernal, el olor insoportable y la luz de ese color bilioso que odiará toda su vida.


“Vivo en un prado alejado de aquí,
conozco a las flores más bellas de otoño,
rezumo alegría y tranquilo te esbozo,
el camino de plata que lleva hasta mí,

- ¿Quién sois ? - dice un duende.
- has de ser muy preciosa -,
- pues claro, - dice el ente.
- soy la linda babosa.”


El ser que le ha llevado hasta allí descuelga uno de sus telescópicos ojos de molusco terrestre y le observa de arriba a abajo. El explorador, sin fuerzas para ser presa de un ataque de pánico, ve como otros congéneres del bicho depositan objetos excretados por su ano y cogen con la boca otros para llevarlos vete a saber donde. Todo es como una fantasmagórica ciudad demente moldeada con plastilina. La sustancia de las construcciones es fundamentalmente moco solidificado. Le han depositado sobre una especie de tabla de un material indescriptible que impulsada por la boca del molusco se desliza hasta la entrada de un siniestro edificio. Su viaje se detiene en el centro de una habitación en la que hay varias babosas gigantes como las que ya ha visto fuera.
El recinto parece estar más iluminado y más verde que fuera. Uno de los monstruos se le acerca y le sujeta la cabeza con los labios de su gigantesca boca. De un extremo de la misma, sale un pedículo córneo de consistencia ósea. Quiere ver que demonios va a hacer con eso pero le obliga a mirar al techo y nota como el sólido y aberrante pólipo hurga su sien. Vuelve a perder el sentido.

- Ciudadano Efímero - dice el cirujano - , quieres hacer el favor de acercarme más parasitina.
- ¿No se estará pasando, doctor Ilusión? - le responde.
- Tranquilo, llevamos siglos haciéndolo, se están acostumbrando y cada vez tenemos que ser menos sutiles, la hora de nuestro reino y el final de su civilización se acercan.
- ¿Cree usted que lo veremos?. Llevamos tantos siglos esperando poder salir de aquí.
- Paciencia, tu sólo tienes doscientos años y te quedan más de mil de vida; tiempo más que suficiente. ¡Ay!, yo no se si llegaré a verlo, pero tu serás de los pioneros. Recuerda que precipitarnos sería peligroso. Es imprescindible que les anulemos primero. Vamos por buen camino. El día de la liberación está próximo.



En los estudios de televisión se nota gran agitación. Un prócer de la política va a ser entrevistado y tienen que cambiar a ultima hora al entrevistador. No le salía de los cojones seguir con el guión previsto y la cadena podría ser presa del Comité para la Virtud, la Verdad y la Libertad de Expresión.
...
“- Y en el último tramo de preguntas vamos a entrar en temas un pelín polémicos que no queremos obviar. Señor Musolons, ¿Qué opina de las zafias declaraciones de ese Tarfadella que crítica el intervencionismo en la vida pública de Pandataria y acusa al gobierno de discriminar a los Baratanioparlantes ?. ¿Qué opina de los que dicen que ustedes pretenden controlar hasta los aspectos más personales que , según ese Tarfadella.... - la presentadora hace un gesto como de referirse a un personajillo gris y despreciable - , ... que según ese Tafadella, corresponden al ámbito de lo privado?.
- Me alegra que me haga esa pregunta tan independiente y espontánea. En primer lugar quiero decir que, como todo el mundo sabe, los que critican nuestra democrática labor no son demócratas. La respuesta es evidente, el tal Tarfadella es un fascista impenitente que está en contra del progreso. Es claro que alguien que se opone al desarrollo de políticas democráticas es un antidemócrata. - el señor Musolons hace una pausa para beber agua y la cámara enfoca al rostro de la presentadora con cara de fresa que asiente ensimismada al prócer del saber y del buen rollo que tiene enfrente. - Como decía, el gobierno regula la vida de los ciudadanos por que nos preocupamos por él. Todos somos una gran familia. ¿Qué se puede esperar de alguien que ataca a su familia?. El señor Tarfadella puede empeñarse en insultar y atacar a TODOS los pandaratianos, pero todos sabemos que el que ataca a los pandatarianos es un fascista. - Terminado su discurso, sonríe beatíficamente mientras se rasca compulsivamente su sien.
- Muy bien, - se despide la presentadora de la cara de fresa -, señor Musolons, es un orgullo para esta cadena entrevistar a personas de tan altísimo nivel como usted. Ahora, mis queridos telespectadores, les recuerdo que el reportaje que viene a continuación es de gran actualidad e interés para todos. Se titula:¿Qué hacer con los enemigos de Pandataria?, ¿cómo reconocer a los enemigos de Pandataria?, ¿Es su vecino un mal pandatariano y no sabe a quién denunciarlo?. - La fresopresentadora se vuelve hacia Musolons y le pregunta espontáneamente:
- Señor Musolons, ¿usted se quedará conmigo para ver el reportaje?.
- Lo considero un deber ciudadano - responde mientras se hurga con insistencia en la sien.”


“ Lo inaudito, lo extraño y lo inexplicable, no siempre es lo más estrambótico, si no aquello que por torcido, podrido y pervertido que esté, se nos ha hecho tan cotidiano que ya nos parece normal. “
Hayq Uejod Erse, primo del científico danés.

20.12.05

YA TE DIGO

frailes_burro

En la ruta de Avignon-Montpelier, dos clérigos se sientan en un viejo roble derribado junto al camino.
- ¡Ya te digo! - comenta el más viejo.
- Si... - responde reverencialmente el joven ante la sabiduría.
Pasan las horas y una columna de soldados del buen rey Luis les llena de polvo.
- Casi mejor nos subimos a la ermita - dice el sabio.
- Si...
Por el camino se encuentran a un faidit muerto; sus botas están en buen estado.
Cuando llegan a la cima se vuelven a sentar sobre un banco de piedra.
- ¡Ya te digo! - comenta el más viejo.
- Si.. - responde el joven.
-¡Qué bien me sientan estas botas!. Dios proveerá nos dicen las escrituras. No lo olvides joven Pierre.
A lo lejos se divisa el pendón de una flor de lis. Bueno, se divisaba, el jinete es torpe y se cae al suelo.
- Parece que ya no hay polvo. ¿Bajamos de nuevo?.
- ¡Ya te digo! - contesta Pierre.
- No te pases de listo - le recrimina el padre Giles.
En la ruta al camino observan que los calzones del faidit tienen buena pinta. Al padre Giles no se le helarán los huevos este invierno. En el viejo roble disfrutan del atardecer.
-¡Ya te digo! - insiste Giles.
- Si...-
Es hora de retirarse a dormir. Mañana seguirán el rastro de la Santa Cruzada contra los Albigenses, recogiendo los tributos que la guerra ofrece a aquellos que se conforman con las sobras en buen estado.
Han decidido hospedarse en una posada de los alrededores. Todavía no los tienen calados y puede que les dejen dormir de gorra.
- ¿Hace fresco esta noche, verdad? - dice el posadero que les esta sirviendo unas gachas.
- ¡Ya te digo! - le responde Giles.
- Bueno. ¿Y ahora que vais a hacer?.
- Dormir. - dice Pierre.
- Ya te digo - sentencia Giles.
Al amanecer, después de desayunar como Dios manda, se ponen en marcha para recoger los frutos de la guerra. También obtendrán unas buenas reliquias que vender las iglesias. En tiempos de paz no es tan fácil hacerse con huesos humanos.
En un cruce de caminos se encuentran con otra pareja de frailes.
- Así que vosotros sois de Paux. Supongo que iréis junto al ejército para dar consuelo a los moribundos., ¿verdad?. - dice un clérigo pelirrojo y con sarna.
- Si.. - Le contesta Pierre.
- Nosotros también... Eso, que vamos a dar consuelo a...
- ¡Ya te digo! - se ríe Giles.
- ¿Cómo dices, hermano?- se mosquea el pelirrojo.
- Que nos repartimos el botín a parte iguales.
-¡Ya te digo! - dicen a coro.


Vamos a ver, siete siglos antes de la televisión y del puñetero fútbol, de alguna forma había que entretenerse. El homo sapiens apenas ha cambiado físicamente en los últimos eones y su capacidad mental tampoco. Esto quiere decir que la fuente y motor de las películas que se montaban en el pasado son fruto del aburrimiento. Sería un error considerarlos brutos y torpes, o soñadores con ideas de bombero por rocambolescas que nos parezcan sus hazañas. Habría que ver por un agujerito que cojones harían la mayoría de los primos actuales sin televisión ni fútbol. La mayoría no pasaría del “¡Ya te digo!.

16.12.05

SENDEROS DE GLORIA

HUSARES DE NUNIEZ (Oficial)

EL DEL DÉCIMO DE HÚSARES.

Al redoble del tambor
y al clarín de la corneta,
con el sable triunfador
y su alma bien dispuesta;
el del décimo de Húsares,
(de civil un mal cantante),
se ha tornado entero en mueca...

Por su uniforme verde nuevo,
destrozado por completo,
arruinado y pal arrastre,
de brutal y forma seca:
Con la bala de cañón,
que rebanándole los huevos,
todo ello del tirón...
los mandó ... a hacer... puñetas.

espejo
EL ESPEJO

¡Maldita aparición fantasma!
¡Maldita sensación de miedo!
¡Temblor mezquino que despliega el vello,
como velas blancas,
sin color ni brillo,
anunciando, amigo,
el pasar del tiempo!.

bono
DON CEJAS

Don Soberbias cejas:
...tan Circunflejas,
con el rostro pétreo
y el pensamiento ralo...
En su mirar ausente,
...ensimismado
pareciera un duende
de los que van cantando:
¡Yo soy el Dios que araña,
a cuantas conciencias calvas
creen mis batallas,
y a los que aceptan la simiente
que provoca siempre,
si no la Demencia,
la memez bastarda.

copernico
¿MAS DARÁ QUE GIRE, SEA PLANA O CHISTE?

La pura mentira,
y la verdad real,
se sumergen ambas en un pozo negro,
por que dicho esto,
es que me da igual,
que se ponga el sol,
por estar cansado,
O que gire un mundo,
incomprensible, extraño...

URG02
EL DARDO NOCTURNO

Recostado en la camilla,
con el culo hacia poniente,
con rostro sonriente,
por digamos, no llorar.
Y vislumbrando en la otra orilla,
a la enfermera impenitente,
que llevando en su batea,
jeringuillas y cuchillas,
, las malditas banderillas,
que a su pompis reticente,
hoy le van a colocar,
No aguantó tanta presión,
y de puros , puros nervios,
de, pues si, miedo soberbio
cuando le iban a pinchar:
Un gran cuesco evanescente
anunciábale al mundo,
que los órganos humanos,
también lloran, no son mudos,
hablan bien, muy claro y fuerte:
Quede aquí este saludo.
¡Pre!, ¡Terete! y ¡Huyo!.

10.12.05

UN MUNDO FELIZ

feliz

Las sirenas de las ambulancias dejan de sonar al llegar al Hospital Ciudadano Cívico de Huesca. Los celadores recogen a los accidentados y los pasan a la sala de “Valoración Civico-Sanitaria”.
La normativa exige a regañadientes que se tomen las medidas mínimas de soporte vital para los recién ingresados. Eso sí, es imprescindible que se registre todo el gasto realizado desde la recogida del paciente hasta el “Veredicto Cívico-Sanitario”.
El Dr. Nuño, el médico de guardia esa noche, está cansado. Las dos residentes que tiene a su cargo no saben hacer la o con un canuto y eso que son las mejores de su promoción. Una de ellas tuvo problemas hasta para rellenar el papeleo administrativo cuando llegó al hospital.
- “¿Que quiere decir estado civil?. - preguntaba con su carita de niña - ¿Es si soy policía, militar o algo?”.
La señorita Ascensión, de sesenta años, lleva el suficiente tiempo en la sección de personal del hospital como para estar curada de espanto. Ella tiene veinte cajas de morfina en su casa, si alguna vez se pone “realmente enferma”, las nueva hornadas de curanderos no le cogerán con vida.
- “Nada hija, nada. Lo que no sepas lo dejas en blanco... ¿vale?” - le contestó a la futura médico con la mejor de sus sonrisas.

En la sala de valoración los pacientes ya están estabilizados. Son dos mujeres y un varón, todos ellos de mediana edad. Una de ellas, se salió de la carretera al quedarse dormida y atropelló a un primo que estaba meando en la cuneta. La otra, la más joven, tuvo un accidente haciendo escalada libre en la montaña. Todos sufren politraumatismos de diversa consideración pero el peor parado es el atropellado.
Un silencio glacial recorre la sala. El doctor Nuño sale de ella seguida de las dos residentes. Deliberadamente choca con el hombro del Comisionado Médico para la Virtud que entra en esos momentos para hacer su trabajo. Su nombre es Matías y le dirige una fría mirada a nuestro médico como advirtiéndole de que toma nota de su actitud.
Por lo general, los médicos se quedan con los Comisionados por si necesitan algún tipo de ayuda. El Dr. Nuño preguntó el primer día que se instauró esa especialidad que si era obligatorio por ley quedarse con “ellos”; no lo era, por lo que se niega a coincidir en la misma sala con esos especímenes.

Al cabo de un rato, el Comisionado sale de la sala hecho una furia.
- ¿Donde está el médico del 061 que ha atendido al sujeto varón en el lugar del accidente?.
Su mirada inspira temor a todo el personal sanitario y al fijarse en un auxiliar, los nervios derrumban al pobre currito.
- Es-está en, en cafetería, tiene...
No le deja terminar.
- ¡Dr. Nuño!. Aunque no le guste, tendrá que venir conmigo. La ley exige que el responsable de urgencias esté presente cuando va a haber un expediente criminal en el hospital.
El Dr. Nuño eleva la vista al cielo. No es muy religioso pero se cree obligado cagarse en Dios, aunque sea en voz baja. Es más, se ve en la necesidad de añadir una vetusta blasfemia riojana a modo de plegaria: ”me cago en todos los santos en un garrafón y la Virgen de tapón, amen”.
Se dirigen los dos a cafetería. El Comisionado Matías entra con el dedo indice señalando a la Doctora Navajas del 061 que se está tomando un café descafeinado ( no hay otro en el hospital ), mientras descansa un poco hasta que los vuelvan a llamar para ponerse en ruta.
- ¡Artículo 26! - grita Matías.
- ¡Ar-tí-cu-lo 26! - vuelve a gritar mientras señala a la Doctora.
La Doctora se vuelve con odio hacia el Comisionado.
- Mire usted, Comisionado, aquí esta el registro de la “Consola de detección”.
La Doctora Navajas le muestra el mini ordenador de análisis espectroscópico que ya quisiera para si la compañía de aguas.
El comisionado examina el aparato y ve los registros negativos del chisme. Durante unos segundos se rasca la cabeza con preocupación, pero al poco su boca esboza un rictus maléfico. Conecta su propia consola a la de la Doctora. Su aparato es más moderno y de reciente creación.
- No es necesaria la creación de Comisionados decían algunos - comenta con sorna Matías.
- Aquí está la prueba - continúa - Usted ha borrado los datos del paciente y los ha falsificado. Si supiera informática sabría que borrar no es lo mismo que eliminar. Es muy interesante su consola, de aquí van a salir cosas muy interesantes... Veremos lo que ha hecho cuando no estaba yo para hacer las valoraciones, algo me dice que nos encontramos ante la comisión continuada de crímenes contra la salud pública. La policía ya está de camino.
En ese mismo momento entran los agentes antidisturbios acompañados de cuatro soldados armados con fusiles de asalto y le colocan los grilletes. Cuando se la llevan, el Dr. Nuño vuelve a quedarse sólo con Matías.
- Usted sabía lo que ocurría aquí antes de mi llegada. No se confíe, si encuentro pruebas estará listo. A lo que vamos. Las dos mujeres podrán ingresar, aunque una de ellas tiene el colesterol un poco elevado. No es grave y el espectroscopio no ha registrado restos de grasas saturadas en la boca... Pero yo no me chupo el dedo y durante su estancia le realizaré pruebas adicionales así como la investigación medico-policial de rutina en su entorno familiar y de amigos...
El Dr. Nuño se limita a asentir; cada vez se encuentra más cansado.
- Ahora volvamos a la sala de Valoración para que se realice el ingreso de las señoras y procedamos a la expulsión de ese indeseable. El articulo 26 exige que se analice cualquier resto nicotínico en cualquier persona que vaya a recibir asistencia sanitaria. El delito de la Doctora Navajas es... Es sencillamente abominable. - su expresión es de placer supremo, enferma.
Cuando están en la Sala, el Comisionado coloca dos etiquetas verdes sobre las mujeres, aunque añade una naranja sobre la que tiene el colesterol un poco alto. A la otra le coloca además un sello azul. Esto significa que será un ingreso Vip por haber sido baja en el cumplimiento del deber; o lo que es lo mismo, haciendo deporte. El hecho de que su actividad, la escalada libre, sea peligrosa, incrementa el mérito. Los deportista tienen que ser tratados mejor por que son mejores personas; al menos es lo que dijo la Ministra de Sanidad.
Matías observa con asco al infeliz atropellado. “Tengo que ser Fuerte”, se dice a sí mismo. “No es una persona, es un asqueroso fumador”. Una vez que ha tomado fuerza moral, agarra la sonda vesical y se la arranca de cuajo sin deshinchar el baloncito de seguridad que impide que se salga. Hace lo mismo con los goteros y demás cables que adornan al desgraciado.
Con un autoritario gesto, el Comisionado ordena a los celadores que arrojen fuera del Hospital a esa basura.
El Dr. Nuño no lo siente tanto por el enfermo, que probablemente morirá salvo que se pueda permitir una sanidad privada, como por su familia. Ya está viendo a la camioneta de embargo vaciando su casa de cualquier cosa de valor e hipotecando la vida de su familia para hacerse cargo de la multa brutal que les va a caer encima.
- ¡Doctor Nuño!, esto no funciona - le dice una de las residentes que lleva una bolsa de gasas sin abrir en la mano.
- ¿Cómo que no funciona?
- Mide, no fundiona - dice mientras se estira de la lengua.
El Doctor le da la vuelta a la bolsa de gasas:”para abrir, tirar de la lengüeta".
Juan María Nuño eleva una vez más su vista al cielo y le envía diez plegarias riojanas.



En Huesca, en el año de Gloria de 2007 o primero de la Era del Buen Rollo. ¡Salud!.

PD: Esta historia está basada en futuros hechos reales, si no capamos hoy a toda la clase política, mañana será tarde. ¡Estáis avisados!, luego no vengáis con lloros.

2.12.05

DIES IRAE

4D- Amos-Nattini-Inferno-canto-III-1919-1930

“El mayor placer del verdugo es conseguir que la víctima se crea merecedora de su ejecución”.
ESTOCOLMOSIN DROME

Es una situación curiosa. El fundamentalismo islámico ha asesinado en Argelia a más de cienmil personas, la mayoría musulmanes. Por lo general, los países Árabes son dictaduras donde el objetivo principal de sus mandatarios es mantenerse en el poder. Unos son más bestias que otros pero también tienen la amenaza fundamentalista sobre ellos.
Hay una teoría que presupone que la culpa del terrorismo islámico es del mundo desarrollado. Esto es discutible. Durante la invasión fanática de los Almohades del siglo XI no existía EE.UU. ni mundo desarrollado propiamente dicho.
La expansión del imperio Otomano se debió “sin duda” a la prepotencia de Wall Street y la multinacionales . El aniquilamiento cultural que sufrió Afganistán bajo los Talibannes era producido por el Imperialismo Afgano. Pues no. El régimen Talibán vio la oportunidad de imponerse en un país en descomposición por la guerra civil y lo aprovechó. ¿ Cuándo se contentarían y cuáles son sus objetivos ?. Pues realmente nunca y sus objetivos son llegar tan lejos como sea posible por todos los medios.
Esto no es lo más disparatado. Se piensa que dialogando con los Sátrapas de los países Árabes disminuirá el terrorismo. ¿Qué tendrán que ver los cojones con comer trigo?. Los dictadores de esos países, salvo excepciones, son angelitos y rehenes de estos grupos ( vease Argelia, vease Egipto, vease Jordania, etc., no se vea Siria e Irán , y no se vea a la familia real Saudí que si financian directamente a esta tropa), al menos por comparación. Si, pongamos por caso, aumentamos el entendimiento entre Europa y Argelia, podríamos contentar al dictador en el poder, pero no al GIA Argelino que persigue un dictadura más brutal, a imagen y semejanza de los Talibanes. Si cienmil musulmanes asesinados en Argelia y si veinte millones de Afganos bajo el yugo Talibán, son tomados por el integrismo islámico como unos infieles de mierda, ¿ qué consideración le merecerá desde el más progre de los progres al mas conservador de los occidentales ?. No verán la diferencia. Cualquier occidental es un infiel por muchos guiños que le haga al islam. Hay que insistir en que a esta gente no le basta con que se sea musulmán, hay que serlo a su modo.
Ayudar a estos países, desde luego, no es mantener a los regímenes podridos a los que están sometidos. Si se les dorara la píldora a estos Sátrapas, por un lado seríamos unos hijos de puta por sostener a sus tiranos y por otro no conseguiríamos frenar ni un ápice la voracidad integrista. Es un error realmente imbécil creer que hay forma humana de contentar a unos grupos que asesinarían a la mayoría de los dictadores Árabes por considerarlos demasiado blandos y poco ortodoxos con la Fe de Mahoma. Ni te cuento a los impíos y corruptos hijos de occidente.
Qué el mundo desarrollado es culpable de las desgracias del tercer mundo es más que discutible. En cualquier caso, decir que tiene responsabilidad no lo es tanto.
Desde un punto de vista humanitario no está mal preocuparse de las desgracias que acontecen en dichos países, pero pensar que es la pobreza la causa del terrorismo es una idiotez y una ignorancia de la historia pasada y presente sin límites. El integrismo no está causado por la pobreza; si no que junto con regímenes podridos, es la causa de que se mantenga.
La Alemania Nazi no era pobre y la culpa de la invasión de Polonia no la tenían los polacos si no una ideología que aspiraba a dominar el mundo. La violada no tiene que asumir su falta frente al violador, no tiene que llegar a un entendimiento ni punto medio ( ser violada de Lunes a Miércoles y no de Jueves a Domingo). África es el continente más pobre de la tierra, pero sólo exporta terroristas donde hay un régimen que los financia (Sudán y antes Libia). La mayoría de los que dirigen esos grupos ni siquiera se creen sus patrañas, en cuanto a la carne de cañón siempre la habido y habrá. Está claro, las jovencitas son violadas por que sus madres las visten como putas. Culpar a la víctima siempre es discutible, pero en este caso es de imbéciles. Y es que hay doctrinas que disfrazadas de buen rollo esconden resultados terroríficos.
Muchas veces, para vender una mentira se utilizan: Verdades completas, verdades a medias y directamente bulos. En cualquiera de los casos citados el objetivo es apoyar una falsedad.
Durante la guerra fría se utilizaron fundamentalmente verdades a medias. Era cierto que las democracias occidentales dejaban y dejan mucho que desear en bastantes aspectos. Cuando la URSS invade Checoslovaquia en 1968 por desviarse del rumbo soviético, los niños bien del Mayo francés no dijeron ni pío o le echaron la culpa a los checos. ¿Había más libertad en el Telón de Acero que en la Francia que protestaban?. Realmente no, por lo que la loable, necesaria y digna defensa de las libertades en la que se escudaban, no era mas que una pantalla para acabar apoyando, en el peor de los casos, o consintiendo la dictadura soviética. De no haber sido así, no sólo habrían protestado contra el gobierno francés, si no que habrían sido muy beligerantes con el imperialismo comunista y su falta de libertades. Se utilizaba una verdad (el mundo occidental no es perfecto, incluso se puede afirmar sin mentir que está pelín podrido) para vender una mentira mayor.
En las manifestaciones antiglobalización en protesta por la situación del Tercer Mundo, se mezclan directamente verdades a medias con mentiras. Cuando se ve quien maneja la cabeza de la manifestación se ven a grandes “defensores” de los Derechos Humanos como a pro-Castristas y pro-Huguistas, y en no pocas ocasiones a organizaciones filo-terroristas. El grueso del apoyo que hace que las manifestaciones sean nutridas, quizás sea bienintencionado, pero no son quienes manejan y aprovechan sus resultados. Cuba recibió más ayuda económica de la URSS que Europa con el Plan Marshall, no sirvió de nada. Es un grotesco régimen que escudandose en un falso bloqueo ( puede comerciar con cualquier país del mundo salvo, y con matices, EE.UU. ), mantiene a su población en la miseria. Los niños pijos que van de vacaciones a aprovecharse de la parte más negra y ruin del capitalismo ( complejos hoteleros donde sus trabajadores cobran una miseria por que el régimen controla sus salarios), cantan las loas de la dignidad cubana y lo bien que se vive. ¡Lo bien que se lo pasan ellos querrán decir!.
Venezuela ha perdido en menos de ocho años el treinta por ciento de su riqueza, pero como el gran Hugo se disfraza de progre, aunque se comiera a los niños crudos, sería considerado como un buen revolucionario que se preocupa por la pobreza. De esto último no cabe duda: la ha fomentado a base de bien.

Bien es cierto que en lo referente a la Guerra Fría, muchas veces el fin ha justificado los medios, cometiendose imperdonables atropellos sobre gente inocente. Eso si, se ha santificado a una parte que ni por asomo eran querubines flotantes. Tras la guerra de Korea, se establecieron dos dictaduras. En el Norte una de corte comunista y en el Sur otra de corte capitalista. Siendo ambas repugnantes, en el Sur llegó finalmente la Democracia y durante el régimen autoritario, los niveles de libertad de expresión, propiedad y garantías jurídicas eran paradisiacas comparadas con el Norte. Esto significa que las protestas por las libertades estarían más que justificadas en el Sur salvo que fueran pantalla de protección para el Norte, que para eso que me quede como estoy.

Cuando llegamos al terrorismo islámico, la cosa se vuelve absolutamente disparatada. Hay que ser mezquino o un memo impenitente para achacarle a Occidente culpabilidad alguna en el fenómeno. Hasta tal punto llega la memez que los terroristas aprovechan las ideas que los imbéciles les brindan para asumirlas estratégicamente como propias. La pobreza jamas le ha preocupado a un Jeque multimillonario tipo Ben Laden, y no son los defensores de causa árabe alguna. Ni tan siquiera de los regímenes, la mayoría para dar de comer a parte, de dichos países.
Como en cualquier ideología que se mueva por el fanatismo, el enemigo no lo es por que haga tal o cual cosa, si no por que esté dispuesto, o no, a plegarse a su exigencias. No es una discusión de intereses encontrados que pudieran solucionarse. Sólo la rendición absoluta lleva a su aplacamiento, que en el fondo no es tal, pues allí donde han podido reinar, el terror sigue siendo el medio de su gobierno. Eso si, más calmado y silencioso por que las fosas comunes no hacen propaganda.
Una prueba retrospectiva y presente de esta mezquindad la hemos tenido hace poco con una presunta manifestación antifascista en la que se rendía homenaje a los últimos fusilados del régimen dictatorial de Franco. Que en una dictadura no hay garantías procesales y que el poder absoluto puede cometer atrocidades con total impunidad está fuera de duda. Ahora bien, que los prohombres de bien como Olof Palme y compañía se movilizaran con la fuerza que lo hicieron, precisamente en favor de unos terroristas que defendían cualquier cosa menos la democracia, y que no lo hicieran con las innumerables ejecuciones sumarias del otro lado de Telón de Acero, es de un cinismo gigantesco. Incluso mirando a España, los atropellos a la libertad de aquellos españoles que tenían la desgracia de no apostar por otro totalitarismo, jamás tuvieron un apoyo semejante al que tuvieron los “héroes etarras”. “¡Hay Don Juan Pisuerga, Don Juan Pisuerga, para una vez que te mueves, y es por mierda”!.
Por cierto, esta estupidez es una epidemia que se va estendiendo a todo el espectro político. Cuando se habla de empurar a Pinochet hay quien se pregunta , tal vez con razón, que por que no a Fidel Castro también. Pues vale, pero si hay posibilidades de joder a uno de esos hijos de puta, no pongamos trabas. Si hoy es posible dar por el culo a Pinochet, démosle por el culo. Mejor uno que ninguno. No hay nada más repugnante que el hecho de ver la legión de “abogados gratis” que le salen a esta gentuza con la excusa de las “garantías procesales”, etc. Sí, eso es importante, pero jamás se debe esgrimir con esta gente: hay, ha habido y habrá, millones de personas con más necesidad de asistencia letrada y apoyo que precisamente los Sadanes, Milosevics, Pinochos y Fidelillos de turno. Insisto:
¡Joder, Don Juan Pisuerga, si te mueves que no sea por la mierda!.

27.11.05

MUJERCITAS

bobary

MADAME BOBARY

Entre sábanas de satén,
se enrosca la princesa,
de pronto ha sido presa,
de un magnífico desdén,
hacia todos los que fueron
por su cama ayer rondando,
esperando con encanto,
que sintiera así placer.

¿Porqué intentan esos necios,
procurarme a mi ese gusto?.
Que si de algo yo disfruto,
es de verlos a mis pies.
Ya no dudo que este mundo,
lleno está de hombres ineptos,
que consideran , por supuesto,
que es verdad lo que ellos ven.

¡Tontorrones presuntuosos!,
Aún me río de sus golpes,
lo que hace que yo goce,
es el brillo del papel,
la moneda, el oro y perlas,
y el poder de someter,
por encanto de mis piernas,
a quien quiera yo perder.

vamp

VAMPIRESA

Un millar de rosas negras,
yo te ofrendo, vampiresa,
que hoy deseo ser tu presa,
y me muero de esperar,
un mordisco, aquí en mis venas,
para que fluyan mis humores,
por los tuyos, si mis flores,
hoy te logran convocar.

23.11.05

EL VIAJE

russia

Camino del frente ruso , Andrés González, cabo del tercer grupo de artillería, destinado al apoyo del tercer regimiento de la división 250, está borracho. Se fue de permiso a Ogre, una ciudad cercana a Riga, donde creía que estaría a salvo. Bebió un litro de un licor extraño de aquellas tierras y descubrió con la claridad etílica, que nada se le había perdido por allí. Es más fácil embarcarse en un fregado que salir de él con bien. Para postre , le escuece al orinar como si meara gasolina.
La nieve cae con fuerza ese invierno del 43; un Febrero jodido. Dicen que en el Ishera y en las cercanias de Krasnybor va a haber problemas. Dentro de dos días tendrá que ir al frente. Siempre tuvo mala suerte, si le hubiera tocado el siguiente permiso, se habría librado del jaleo. Pero no, el destino le quiere en mitad de la fiesta. ¡Pues no le da la gana!. Ya ha tomado una decisión, se pasará a los rusos. Un primo hermano del amigo de no sé quien, está con ellos. Como era muy cabrón, seguro que tiene influencias. Total, ya ha perdido el contacto con su grupo, pero oficialmente no le darán por desertor hasta que no comparezca en su puesto el día señalado. El capitán de artillería, Gustavo Hinojosa, le odia y dice siempre que es un inútil. Bien, el cabo es inútil, pero cada uno es como es. El capitán, por ejemplo, es un hijo puta.
El frente está a más de trescientos kilómetros, no tiene prisa. Todavía le dura el mareo y oye cosas extrañas por el camino. No, no son cosas extrañas, es un columna motorizada alemana que se dirige hacia el Sitio de Leningrado.
- ¡Komme here! - le grita un alférez desde un Kubel remolcado por un camión. La mecánica alemana ya no es lo que era.
- Yo de la 250 divisionen, yo España, “main stru.., main standartemfirrem, ¡kujumf,kjumf!”. - Le dice Andrés después de atragantarse.
- ¡Ah!, españolo,yo ser de la 212, camarrada. Yo estar en España en guarra bolchevique, yo asistente de un Oberst en Legión Cóndor. ¿Tu luchar en guarra?.
- No, no tenía quince años cuando empezó y al movilizarme ya estaba la fiesta prácticamente terminada.
- Ia, ¿no viste guarra casi?. Aquí ya has visto guarra. - estarás contento, parece decirle.
- Si, he visto un poco... - demasiadas guarras, se dice pensando en el escozor genital.
- Sube, te llevamos a tu puesto - se ofrece el alférez cortesmente.
- “No hay prisa” - piensa Andrés - Tanke, main “Stamm...(ininteligible) “- contesta.
Se monta en la parte trasera del kubel y se siente ridículo y con náuseas. Debe ser que se le está pasando el efecto del licor. Cada dos por tres, la columna se detiene. Andrés está en una especie de duermevela y ha perdido la noción del tiempo. Por la ventana vislumbra a gente con y sin uniforme arrojada de forma grotesca en las cunetas. Sí, parecen muertos, pero juraría que algunos se mueven.
Después de dormir cual ceporro, el vehículo se detiene. El alférez sonriente le arrastra fuera del coche y del movimiento se le revuelven las tripas y vomita en las botas de un coronel médico alemán.
El coronel mira alternativamente a su calzado y a la cara pálida y cerúlea del “untermench” que le ha alegrado el día. Sin decir nada, da una reglamentaria media vuelta y se aleja.
- ¡Oh, oh!, españolo. El Oberst Shulz no tiene humora. Tu hacer caso lo que te diga él, yo traducir, si no, tu kaput. - le dice asustado el alférez.
Al poco tiempo regresa acompañado de otros oficiales de vete a saber que graduación. Todo el mundo se envara y se cuadra como si quisieran convertirse en estatuas. Los jerarcas hablan entre ellos y finalmente el coronel saca una jeringuilla con un liquido blancuzco que le inyecta al pobre Andrés. Le sientan en un banco del campamento, pero inmediatamente se pone a nevar por lo que le trasladan a un barracón. Toda la oficialidad nazi hace corro a su alrededor mientras el médico consulta a su reloj.
Se despierta al día siguiente en el camastro que le han improvisado. Al toque de diana se presentan los mandamases del día anterior y al verlo sano se dan abrazos entre ellos, incluso el coronel le da unas palmaditas en el hombro.
El alférez le dice que le va a llevar a su unidad, al fin y al cabo, hoy le toca incorporarse.
- Realmente mi permiso se acaba esta noche, no hay tanta prisa. - le replica un todavía amodorrado cabo González.
- Bueno, no importar, así tu ver donde.
En lugar de montar en un coche, el oficial se va caminando, por lo que encogiendose de hombros, Andrés decide seguirle. En pocos minutos y desde la cima de una loma, se ve el espectáculo.
Paralelo al cauce del Ishera, hay un verdadero río blanco que no es otra cosa que miles de rusos que se apresuran a cruzar los pontones para flanquear a la división de Andrés. Por un momento siente un prurito de lealtad a sus compañeros; realmente tenía que haber estado allí esa mañana. Poco a poco, y para su sorpresa, decenas de oficiales y soldados alemanes se suben a la loma con sus prismáticos para ver la función.
Desde allí arriba todo es irreal. El sonido no es como en las películas, es mucho más cutre y parece falso. Ya lo dijo no se quién, para ver la guerra, el cine. “¡Ah, claro!, le preguntaron, eso es por que las guerras son terribles”. “No, contestó No Sé Quién, simplemente los actores son malos, el sonido pésimo y el atrezzo una mierda”. Incluso hay unos cohetes rusos, los llamados órganos de Stalin, que suenan como el mugido de un millón de vacas en celo.
Cuando sale de su catatonia, se gira hacia el alférez y le dice:
- ¡Coño!, desde esta posición vuestra división podría pillar por la retaguardia a los rusos y evitarle de paso ese varapalo a la mía.
- Yo hacerte a ti pregunta. ¿Porqué no has ido tu a tu puesto?. No contestar, yo decir: Por que tu ser obediente reglas. Tu no tener que estar allí hasta noche. Nosotros no tener que estar allí. Ordenes principio de todas cosas. Sin orden, todo caos.
- ¡Pero...!. haciendo pinza sobre ellos la derrota rusa sería brutal en esta parte del frente. Podría suponer la toma de Leningrado.
- ¿Cabo ser General?. Orden ser principio de todas las cosas.
Otro oficial le comenta al alférez algo que debe ser muy gracioso por que se ríen a mandíbula batiente. Tal vez sea referente a la paliza que le están dando a la división azul.
Al anochecer, el alférez le señala la dirección de los ya decaídos combates. Eso significa que debe ir a su puesto con puntualidad prusiana. Cuando se va a marchar no puede evitar dirigirse al alemán.
- Oye, ¿qué me ha inyectado el coronel?.
- Nada, ser medicamento incautado a un transporte británico en Báltico. Medicamento poder ser útil para marriscal Goering. Tu no morir, medicamento al menos no ser mortal. Goering se arriesgará. Gutten Nacht - se despide el alférez.
Como todos le están mirando no le queda otro remedio que bajar la loma y encaminarse a su posición o lo que quede de ella. Cuando se interna en el bosque se va topando con los primeros cadáveres. Aunque la mayoría son rusos, la riada soviética ha debido arrastrar a los suyos hasta Algeciras. Eran miles de sombras blancas empujando sobre una delgada línea de la dispersa y diezmada división.
Está todo más oscuro que su futuro pero de casualidad tropieza con un mortero de 80 mm que reconoce por su arista cortante en la boca. Lo ha montado y desmontado cientos de veces y siempre se ha acabado dando un tajo en el mismo sitio. De hecho, la última herida que se hizo en su antebrazo no se le acaba de curar. Ha encontrado a su grupo.
No se oye ni una mosca y termina por sentarse sobre un cadáver que está hecho un ovillo junto a un árbol.
- ¡No me mates, yo comunista, yo comunista!. ¡A las barricadas, a las barricadas....!.- Berrea entre gallos y desafines el muerto.
- ¡Capitán Hinojosa! - grita con asombro Andrés.
- ¡Cabo González!. - le responde volviendo a la vida.
El capitán mira a todas partes con los ojos desorbitados. Parece un alma poseída por algún espectro, lo que comúnmente llamamos pánico.
- Cabo González, Andrés... Mi deber como oficial es cuidar de mi tropa. Todo esto está infestado de rusos. Por tu bien, es mejor que cambiemos los uniformes; los oficiales recibimos mejor trato. No me lo agradezcas, es simplemente mi obligación.
Andrés no tiene ganas de discutir soplapolleces, así que se produce el intercambio, documentación incluida. No pasan ni diez minutos cuando sucede.
- ¡Stoi! -
Una patrulla soviética les sale al paso. Han tenido suerte. Sus ordenes son de caza y captura, no de limpieza.
- ¡Davai, davai! - le grita un soldado ruso al “cabo González” (capitán Hinojosa), clavándole la bocacha de una ametralladora de tambor en la espalda; es igualita a la de los capos del Chicago de las películas.
El oficial ruso le ofrece a Andrés, ahora capitán Hinojosa, un “machorca” que le recuerda al tabaco liado de su pueblo y una chocolatina americana. Sí, es verdad que tratan mejor a los oficiales.
- ¡Davai, davai! - parece que el soldado le ha cogido el gusto a eso de golpear a su antiguo capitán.
Cuando ya amanece, llegan a una improvisada estación de tren donde se apiñan centenares de prisioneros. Aquello es una Babel de presos rusos y alemanes. No ven a ningún español. Si hubiera lo sabrían por que oírles se les oye.
Les apretujan contra ellos mientras los van cargando en los vagones de ganado. Sin querer pisa a uno que lleva un raído uniforme de las Walfen-SS.
- ¡Oh, Shit!. Are your eyes in your ass?.
- ¡Lo siento!, oye, pareces inglés. - le dice Andrés.
- Ya veo, tu españolo. Yo estar en España en guarra.
Esto le comienza a resultar familiar.
- Si... Los ingleses no mandaron gente allí ¿no?.
- Si, comunistas ir.Yo brigadista, yo antes maldito comunista. Por cierto... Soy escocés, no cochino inglés. - pone cara de profunda indignación
- Vale, vale. ¿Y como te metiste en las SS?- le pregunta con suma curiosidad.
- Yo odio a comunistas. Ellos mandar siempre a brigadistas a primera fila. Ellos reírse de nosotros desde loma mientras fascistas darnos cera. Yo odio comunistas yo querer devolver golpe. - contesta resuelto.
Lo de la loma también le resulta familiar.
- “Pues te has lucido macho” - piensa Andrés.
- Sorry, mi nombre es Duncan, capitán Duncan.
- Yo soy el cabo González.
El capitán Hinojosa que estaba de convidado de piedra no lo aguanta más.
- Y yo soy el capitán Gustavo Hinojosa y creo que ya va siendo hora de que me devuelvas mi uniforme. No te lo tomes a mal, pero ya te he salvado la vida. - se dirige a Duncan y le suelta : - Nosotros, los oficiales tenemos que entendernos ¿verdad?.
- Bueno, - contesta Duncan - por parte mía, cuanto estemos en tren, yo cambiar mi ropa por primer fiambre.
- Yo también - secunda el cabo González.
El capitán Gustavo hace un gesto de desgana como despreciando esa idea. A las pocas horas de ponerse el ferrocarril en marcha, algunos de los que estaban medio muertos se deciden a morirse y hacen el cambio. Duncan y González se ponen la ropa de dos civiles rusos, el orgulloso capitán recupera su uniforme.
Pasan dos días con escasas paradas sin que se abran las puertas. En el centro del vagón han conseguido hacer una fogata con los restos de ropa de los cadáveres para calentarse. Finalmente se hace la luz y les obligan a bajar. Allí les proporcionan unas palas con las que tienen que enterrar a los muertos.
El capitán sonríe a los oficiales rusos como diciendo: “mirad, soy el capitán Hinojosa”. Una bonita oficial rusa con el rostro desencajado por el odio le arrea una patada en los cojones. Como está doblado sobre el suelo, otros dos soldados rusos la emprenden a golpes para que se levante y cave.
Vuelven a ser subidos al tren y la primera obsesión de Gustavo es ver si alguien tiene la decencia de morirse para librarse de su uniforme. Tendrá que esperar cinco días para conseguirlo. Un buen día, Andrés descubre que ya no le duele al orinar y que la herida de su brazo se ha curado. Era una buena medicina lo del coronel Shulz, después de todo.
La mayoría de los soldados están en los vagones traseros. Ellos son tomados por civiles rusos para campos de “reeducación”. En una parada, en mitad de ningún sitio, vuelven a hacerlos bajar. Las vías férreas se bifurcan y allí hacen la división entre civiles y militares. El capitán Hinojosa, en el grupo de civiles, observa con rabia como un oficial ruso sonriente le ofrece tabaco y tocino a un oficial alemán.
De nuevo el traqueteo del tren les sumerge en un trance que a duras penas mitiga el sordo y persistente malestar del frío. Las provisiones de combustible aumentan conforme va quedando hueco en el vagón. Periódicamente paran para arrojar los cuerpos al campo; ya no los entierran. El infernal viaje dura semanas por que las vías son una piltrafa y la extensión de las rusias infinita. Durante el viaje han podido confraternizar con prisioneros rusos y han aprendido el vocabulario básico para sobrevivir sin ser descubiertos. Tampoco es mucho problema, a estas alturas, la mayoría de los guardias son siberianos y algunos saben menos ruso que ellos.
A pesar de ser anticomunista, Duncan rememora sus hazañas en la batalla del Jarama para disgusto del capitán Hinojosa que perdió allí a su hermano. Nuestro capitán pasó la guerra en la intendencia de un cuartel de Sevilla. En la división azul se las apañó para irse a retaguardia cada vez que había fregado con la excusa de contactar con el alto mando. “Y la radio es para metérnosla por el culo”, pensaba la tropa. En Krasnybor las cosas fueron muy rápidas para que escapara. Aún así se las apaño para sobrevivir. Ciertamente, el valiente González también se lo montó bien viendo la escabechina desde la loma, pero claro, los héroes están muertos.
Al llegar al destino descubren dos noticias, una buena, otra mala y postre. La buena noticia es que trabajarán en una mina de carbón al aire libre. La mala es que hay mucho carbón. El postre es que hace un frío que se congelan los pedos por estar cerca del Polo.
La rutina es muy simple. Como son un grupo privilegiado, pues tienen calefacción de carbón en los barracones, tendrán que trabajar de sol a sol para compensarlo. No son unos bárbaros, al fin y al cabo están allí para su reeducación bolchevique. Por ello, en verano trabajarán de sol a sol ( veinte horas como mínimo de luz en esas latitudes ) y en invierno, por la noche (veinte horas como mínimo de noche). Había algún descanso de por medio, si en el fondo quejarse era vicio.
- Deberíamos haber dado a conocer nuestra condición de militares. Al norte de estos puñeteros montes Kolima están ellos. Seguro que viven mejor. - se queja Hinojosa.
- Ellos están en minas de plomo. Tienen que estar en lugar cerrado contaminandose. - comenta un Duncan en un mejorado español.
- Si, además se te caen los dientes, que me lo ha dicho Jaukas, el preso letón que nos consigue tabaco de contrabando. - añade Andrés.
- ¡Tchap! - grita un guardia mientras golpea con su nagán a la espalda de Gustavo. Es que el capitán tiene una de esas espaldas que invitan a ser golpeadas.
En opinión de los prisioneros, tchap puede significar “sigue cavando” o simplemente “montón de mierda”. Da lo mismo. Con el tiempo los ciclos de noche y día acaban siendo parecidos. No están seguros de si han pasado dos años o más. A pesar de todo están bien alimentados; los rigores del clima son mas brutales que los políticos en esta parte del mundo perdida de la mano de Dios (que significa Stalin). En el campamento militar si llega esa mano aunque el idiota de Hinojosa no lo sepa. Allí la mortalidad es espeluznante. Cuando en los años cincuenta pudieron regresar los prisioneros de Stalingrado, de noventamil lo hicieron cincomil: el cinco coma algo por ciento.
El contrabando del cautiverio se paga en oro. Entre las vetas del carbón, de vez en cuando aparecen pequeños filones. Moscú no tiene ni idea de que exista oro, pero eso es algo que no le interesa divulgar ni a guardianes ni a prisioneros. Duncan, González e Hinojosa habían formado una sociedad por la que se privarían de “lujos” para poder sobornar en el futuro a algún guardia con deudas de juego. Como hemos dicho, después de casi dos años, más o menos, parecía llegado el momento.
El guardia en cuestión era un siberiano parco en palabras y vicioso de los dados hasta las cachas. El precio era la cuarta parte de las reservas de oro, aunque el bribón pensaba que se llevaba casi la totalidad. La verdad es que se ganó el sueldo. Les llevó con esquíes y raquetas por sendas desiertas a través de cientos de kilómetros. Se conocía cada refugio de caza y lugar de abastecimiento de la zona. Jamás se cruzaron con nadie hasta llegar a la costa, a unos mil y pico kilómetros al sur de los motes de Kolima. Allí les aseguró que había una cala donde de vez en cuando fondean contrabandistas japoneses. El ya había hecho tratos con ellos.
En la cabaña no hubo que esperar mucho, a los pocos días aparecieron los japos con vete a saber que material para ser intercambiado con otros asiáticos. No se sorprendieron de veles allí, si sabían donde estaba la cabaña, es que tenían derecho a estar.
Bebieron y comieron decentemente por primera vez en años. Hinojosa se quejaba del estómago y no probó el alcohol. Cuando se hubieron dormido, se llevo a parte al jefe de los nipones que hablaba un ruso decente. Como ya esperaba, el precio no alcanzaba para los tres. Una lástima.
Duncan y González amanecieron con dolor de cabeza y las manos atadas a una viga de la choza. La sonrisa semidesdentada que les daba los buenos días era del capitán hinojosa.
- Buenos días muchachos. Mirad, la vida es dura y no podemos ir los tres en el barco. Mejor yo que vosotros. Tenemos que atravesar el estrecho de Tartaria , dejar atrás Hokhaido, cruzar casi todo Honshu, para recalar por fin en Hirosima. Allí, por cuestiones profesionales tendrán que permanecer hasta mediados Agosto Yo deberé estar escondido en la bodega, no quieren problemas con las autoridades y tres sería demasiado riesgo, comprenderlo.
El discurso les dejo de piedra y la resaca les impedía contestar.
- Por cierto - añadió - siempre has sido un inútil, cabo González.
- Tiene que haber de todo, tú, por ejemplo, siempre has sido un hijo puta.
- Bueno, estamos a uno de Agosto de 1945, para que sepáis la fecha del fin de vuestra vida, y antes del seis estaré en el puerto de Hirosima, pensando que haré con el resto del oro. Good bye, Duncan y Andrés.
Los pobres se quedaron desolados. Después de dos días sin comida ni agua, el pobre Duncan empezó a perder la cabeza. Estaba cantando voz en grito el “God Save The Queen” cuando una patrulla soviética les descubrió. Les tomaron por británicos prisioneros de los japoneses y los entregaron a un barco americano para congraciarse con ellos. El gobierno ruso quería mantener buenas relaciones con los aliados para el reparto de la Europa de posguerra.
Las autoridades americanas no querían líos y como nada de lo que decían les cuadraba, decidieron embarcarlos rumbo a Australia y que allí se las apañaran. A bordo de un desvencijado transporte, mientras miraban la estela de popa, Andrés le preguntó a Duncan:
- ¿Qué habrá sido de Hinojosa?...¡Eh!, ¿porqué sonríes?
- Le he mandado mi maldición escocesa. Mi familia descendiente de druidas.
- Si, claro...
- No es broma, maldición escocesa es explosiva e inevitable.
Era el seis de agosto de 1945 y el Enola Gay regresaba de su misión.

18.11.05

LOS SUEÑOS Y TRAPOS

La Asesina de Suenos 50x70-1


El sueño profundiza en las tinieblas. Arturo se me acerca con su hachis semilíquido y se me antoja tomarme todo de vez. No recuerdo si lo fumé o sólo me limité a tragarlo. Por ello nos vimos perseguidos, cosa absurda, por una narcoguerrilla de suecos. “¿Seguro que les has pagado?”, pienso. Se me olvida, olvido a Arturo y me subo a un autobus campesino. Ella me denuncia y me transporta a otro lugar.
Es inevitable enamorarse de la muchaha y una brumosa galería de buenos y malos rollos hacen que compartamos toda una vida en cinco minutos oníricos. Sin apenas solución de continuidad ella se vuelve lesbiana. Es curioso como son los sueños, extrañamente no tengo celos de su novia, yo sólo quiero participar. La otra puta le come el coco y por ello soy rechazado.
En otro minuto vuelven a pasar años. Estoy en una especie de pueblo fronterizo con la nada. En el bar del pueblo trabaja ella y cuando, de nuevo, en compañía de Arturo, nos encontramos, los reproches y complicidades se cruzan en unos instantes a través de nuestros ojos.
El final se aproxima, el cielo tiene un color apocalíptico. Los cánticos comienzan y la gente del pueblo se transforma, convirtiendose en algo indefinible, pero no humano. Yo le pregunto a Arturo si estamos a salvo. El miente como un cabrón y me dice que sí. Cuando le veo brillar como a una luciérnaga y adquirir la textura de la plastilina, me doy cuenta de que yo también estoy jodido. A partir de aquí no entiendo nada, soy alienígena y no puedo definirlo. El despertar destruye una de las miles de vidas que tenemos cuando dormimos.

sese

SERVIDOR PEPINO

- Don Pepino, diga usted,
¿Vió al Conde de Loras?-.

- Majestad, lo vi anteayer,
retozando con su señora -.

- ¿Y ha visto usté a mi mujer,
que no se donde está ahora?.-

- Ni idea tengo,¡pardiez!,
pregunte al Conde de Loras-.

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El CABALLERO DON ISIDRO.

Con mi armadura y escudo,
con mi hacha y mi espada,
recorro las tierras, muchacha,
en busca por estos mundos,
de malandrines impuros,
que osen posar su cara,
en un talle impoluto.
Pero claro, ahora que veo,
en esta tierna campiña,
la verdad, te digo niña,
que el peligro que temo,
no es del gañan ni del memo,
si no del noble que te habla,
que tiene las manos largas,
y hambre de pechos tiernos.
¡No corras que es peor!.

zapatero_rajoy

ESA BUENA GENTE DE LA POLITICA

¡Qué impertinente plebe!,
pues no va y nos acusa,
de forma cruel y obtusa,
de robar y dar mercedes,
a amigotes en pesebres,
sin recatos y sin culpas.

¡Pues sólo eso faltaría!,
que los seres superiores,
tuviéramos de inspectores,
(¡nosotros, señorías!),
a la chusma de electores,
a bellacos por vigías.

Nosotros no robamos,
el dinero público es nuestro,
así nos luce el buen puesto,
que en el partido ganamos,
ya se que no fuimos votados,
que venimos en terna cerrada,
si no, ¿de qué?, seguiríamos,
jodiendo al pueblo por nada.

23

LA SALUD

Si no quieres enfermar,
renuncia a hacer deporte,
consume vino con pan,
y camina por el monte.
Si saltas a la pértiga,
o si corres maratón,
seguro que te cansas
o te das en un cojón.
Por que ya lo dijo el sabio,
no lo dijo el tontorrón,
para llegar a centenario,
paseito diario,
y buen vino en el porrón.

12.11.05

EL COBERTIZO

CEMENTERIO

Las cinco de la mañana es una buena hora para pensar. Los amigos salen del bar donde han tomado sus últimos cubatas. Como son jóvenes y se sienten fuertes, el run, run cerebral funciona. La idea surge como suelen hacerlo la mayoría de delirios etílicos.
- Podríamos ir al cementerio - dice uno.
Telepáticamente o no, se ponen de acuerdo. La pandilla va caminando por esa carretera de poco tránsito que lleva a la ciudad de los muertos. Allí está, a tres kilómetros del pueblo. Sus paredes encaladas derraman un extraño brillo. Les parece perfecto. La embriaguez ha convertido a los muchachos en expertos guerrilleros de asedio. Encuentran el punto débil como guiados por lo sobrenatural. En condiciones normales, ni en sueños habría localizado el único lugar accesible que hay en el perímetro. Como Orcos trepadores penetran en el campo santo.
- No nos iremos de aquí sin desenterrar a un muerto.
- Claro, ¿a qué si no hemos venido?.
La idea vuelve a brotar de forma colectiva. Las lápidas son preciosas e incluso las hay con un retorcido sentido del humor. Van buscando alguna que sea vulnerable a la profanación, pero no es tan fácil. Hay una zona donde están enterradas víctimas de la guerra civil. La leyenda dice que si pasas por encima te pueden tragar. Un viento de superstición hace que abandonen la idea de acercarse a aquellas tumbas y deciden ir a extraer huesos del osario. La chapa de metal cede. No saben muy bien como la han abierto, pero es lo que pasa cuando se está borracho.
- ¡Mirad! - dice Juanjo, mientras ilumina el fondo con su linterna - se ven calaveras y fémures.
El resto contempla extasiado el espectáculo. A la vez se sienten impotentes por no poder alcanzarlos. Un resplandor les hace girarse.
- ¿Que cojones haces? - le recriminan todos a Pedro.
Pedro tiene la sonrisa del odio, del chico malo que desafía a Dios por su crisis de fe. La indignación del grupo es unánime. Una cosa es intentar llevarse a un muerto y otra muy distinta quemar las coronas de flores de los difuntos. Al menos esa es la lógica interna de la pandilla. Llevarse a un muerto: aceptable, quemar coronas de flores: inaceptable.
Luisito se encuentra mal y se aleja para vomitar. Luisito es un poco paria y nadie se fija en el.
Antes de que el mal rollo rompa el encanto se decide dar por terminada la expedición. Acuerdan llevarse una pequeña lápida como recuerdo ( llevarse una lápida: aceptable). Si les preguntaran como la sacaron de allí siendo tan alta la valla, serían incapaces de contestar.
La ruta de vuelta no es por la carretera, la hacen por uno de los caminos paralelos que sirven para llegar a los frutales y huertas de la vega del río. Luisito se ha quedado en el cementerio, pero nadie repara en su falta. Llegan a un puente de ferrocarril sobre el río. Allí se detienen, es como si una mano invisible los hubiera llevado a ese lugar con un propósito. Parece como si todo estuviera acordado, cogen el mármol y lo tiran al río. Al chocar contra el agua se parte en mil pedazos con un brutal estallido. Nadie se asombra, es lo lógico.
Es muy tarde, o muy temprano cuando llegan de vuelta al pueblo. Está amaneciendo y cada mochuelo se tiene que ir a su olivo.
Luisito camina por la carretera . Todavía no es muy consciente de lo ocurrido pero fue bueno. Cuando se alejó a vomitar le pareció ver a alguno de sus colegas en el cobertizo de mantenimiento del cementerio. Luisito es un paria pero no asustadizo. Quería devolverles la jugada y se acercó cautelosamente hasta allí para asustar a esos cabrones. Entró despacio por una puerta de hierro oxidada. Al fondo se veían herramientas y el acceso a una sala que permanecía en completa oscuridad. Luisito le dio al interruptor de la luz y se quedó mirando con cara de jueves. Allí dentro había una niña de unos diez años de edad. Tenía el cabello negro y largo, su sonrisa era angelical y estaba vestida con un liviano camisón. Los acontecimientos que siguieron le sumieron en una estupefacción al principio y en una reconfortante sensación de plenitud después.
Luisito era un ateo integral, por eso es muy difícil que nadie pueda asustarle. Con lo de Ateo integral queremos decir que le importa un pito cualquier cosa. No es que niegue o deje de negar que existan acontecimientos sobrenaturales, es que le da igual. Para él no es más extraño la aparición de un fantasma que el hecho de vivir en una pelota que da vueltas alrededor de una estrella. De hecho, siente un gran desprecio por los falsos ateos que se jactan de ignorar la religión cuando a la vez te van vendiendo la lógica materialista de las cosas. ¿De donde cojones sacan que lo material, visible y alcanzable es más razonable que cualquier otra chorrada?. Bueno, es lo que piensa Luisito. Tal vez por ello sea un paria. “Lo siento tío - le dice el universo -, tienes que tomar partido”.
Cuando recuerda lo que le pasó allí se sonríe. Si un espectador hubiera visto la escena, pensaría que Luisito se quedó pálido y alelado por la aparición del espectro. La verdad es que lo que le dejó pasmado fue que aquella niña le sonriera, le aceptara y se fijara en el. Ese fue el primer verdadero hecho sobrenatural que aconteció en su vida. Lo demás, si es físico, espiritual, de la cuarta dimensión del Dr. Spock o cualquier gaita, le tiene sin cuidado. Tan lógico es para Luisito que los fantasmas migren en otoño hacia los lares de Goon, como que existan los relámpagos y la arena de la playa. Pero aquella noche encontró la fe. Por fin se vio reflejado en otra persona (o lo que sea) obteniendo un reconocimiento. Después de aquello volvió muchas veces al cobertizo a disfrutar de la compañía de aquellos que le comprenden.

7.11.05

El JAKO DEL TURCO

Se ha apagado el sol,
las luces no se encienden,
¿se ha muerto acaso Dios,
y los soles perecen?.

eclipse19951024_08
Es de madrugada en Valencia. Kiko “el loco” y su novia se dan un homenaje de heroína en la playa.
- ¡Qué bonitas estrellas! - dice Kiko.
- Ya te digo - contesta ella.
Durante un rato todo es precioso y está en calma. La novia de Kiko es una tía de puta madre; ella si que sabe. No serán ni las cuatro cuando oyen un estruendoso golpe contra la arena de la playa. A unos diez metros se ve un bulto con forma humana sobre el suelo.
- ¿Qué ha sido eso, Kiko?.
- Un golpe, ¿no?.
- ¡Joder!. Ya lo se, ¿pero qué leches ha sido?.
- No me rayes tía, estoy de puta madre; fuuuuuu...
- Pero tío, ¿no ves un bulto allí?. Joder Kiko, parece alguien tirado. - insiste ella.
- Déjalo, seguro que lleva un buen punto.
- No tío, que igual le ha pasado algo.
Por fin deciden acercarse. Cuando están a unos pasos les tiemblan las piernas; no se lo pueden creer.
- ¡Joder Kiko!. Ya le has vuelto a pillar al “Turco” mierda en mal estado. Esto no es plan. Ese tío no es legal.
- Te juro que es buena. Ayer mismo me puse y me sentó como Dios.
- Pues yo estoy viendo a un tío con barba y de tres pisos de altura - a ella le da un ataque de risa tonta.
- ¡Que fuerte joder!, es de verdad.
- Pero Kiko, piensa. ¿Cómo va a haber alguien que mida veinte metros de largo y vestido así?. ¡Joder!, si lleva una túnica romana o algo.
- ¡Qué flipe!. Vas a tener razón. Igual al “Turco” se le ha mezclado la mercancía con pastis, no sé.
Se quedan observando al cadáver en silencio. El gigante en cuestión aparenta unos cincuenta años de edad con una enorme barba patriarcal. Le asoma por la boca una lengua del tamaño de un muslo. De pronto, el cuerpo parece brillar y la arena se lo va tragando en una especie de remolino. A los pocos minutos desaparece.
- Alucinante tú, vámonos para casa que ya hemos flipado bastante - dice Kiko.
Ella no le escucha, está mirando mosqueada el cielo. No se ve una sola estrella y la luz de la ciudad brilla con una fuerza inquietante.
Cuando llegan al paseo marítimo ven que la gente tiene el rostro aterrado y camina con rapidez. Todas las ventanas de las casas tienen las luces encendidas y se oye como un gigantesco murmullo. No son horas para tan extraña actividad. Nada más llegar a la Avenida del Puerto se encuentran con Matías junto a la iglesia. Las puertas están abiertas y parece que hay un cura dando misa. Está claro, los Valencianos se han vuelto locos.
- Matías - dice Kiko con afecto - ¿qué narices pasa que está el personal tan alterado?.
A Matías le falta un brazo que perdió por culpa de la gangrena. Siempre fue muy notas y se jactaba de picarse con la misma máquina. Tiene su mérito que tardara tanto tiempo en pillar una infección.
- No se. Bueno, dicen que se acaba el mundo o algo así.
- ¿Tu también le has pillado material al “Turco”? - le pregunta la novia de Kiko.
- No, mi jako me lo ha traído mi padre de Tailandia. Ya sabéis, como trabaja en la embajada de allí, pues cuando viene de visita tiene un detalle con la familia. A mi madre le ha traído unas bolas chinas. Pero de las guays, no de las que venden aquí ni... ¡no!.
- ¡Qué bacile!. En serio Matías, ¿qué pasa? - pregunta Kiko pretendiendo ser serio.

- Mira, cacho puto, lo vas a oír tu mismo.
Matías se acerca a un coche de los que están por allí infelizmente aparcados. Saca la varilla y sin preocuparse de si lo ve nadie abre la puerta en un plis, plas.
- Vamos todos dentro a oír la radio. - invita Matías.
Una vez que se acomodan y encienden el aparato, descubren que la mayor parte de los diales emiten ruido. En algunos se habla pero de forma histérica y entrecortada. En muchas ciudades hay disturbios, en otras calmas sepulcrales. Resumiendo, parece que las estrellas han desaparecido. Todas las estrellas han desaparecido del universo. No se cual científico de no sé donde asegura que no están, que es incomprensible, pero no están. Luego que si habrá que usar energía nuclear para calentarnos por que si no llegaremos al cero absoluto ( a Kiko le hace gracia lo del cero absoluto, le recuerda a su corta etapa de estudiante)., que si estamos condenados y no va a haber solución, etc...
- ¡Fuerte de cojones!, esto es fuerte de cojones - asegura Kiko.
- Tenemos que hacer algo - dice su novia con angustia.
- Ya te digo - dice Matías sin más.
Kiko está pensativo, parece preocupado pero en el fondo es la cara que se le pone cuando está cavilando en algo.
- ¡Ya está joder! - resuelve por fin.
- ¿Si? - le pregunta su novia.
- Bueno, que tenemos que avisar a está gente, ¿no?.
- ¿Avisar de qué? - Dicen a la vez Matías y la chica.
- Hombre, pues para qué no pierdan el tiempo, ¿no?.
Kiko sale del coche y se dirige a la iglesia seguido por su novia y el manco.
Una vez dentro se acerca a el altar donde el cura habla y habla aunque no se le entiende nada. Le quita el micrófono y habla a la multitud.
- ¡Oigan!. ¿Me soye? - pitido enorme por acoplarse el chisme.
- Esto... - prosigue - Seré muy breve. Sí, que no perdáis el tiempo, que mi novia y yo hemos visto como Dios se daba un Hostión... , perdón padre, pero es que es verdad. - Kiko retoma el hilo - . Pues eso, que se ha matado, así que no le llaméis por que no os oye. Son cosas que pasan, hoy tu, maña yo y otro día le tocará a otro. Bueno, pues le ha tocado a El. Eso, y nada, que os podéis ir.
Se forma un gran revuelo de indignación. Por ahí se oye no se qué de matar a hostias al puto yonqui. En fin, los ánimos se calman y los tres compis se van a casa de la Juaquina que tiene DVD y verán una peli. Mañana será otro... Bueno mañana será más tarde que hoy. Y yo que se ¡joder!.

31.10.05

POLEAS Y BROMAS

Hang loose

Estaba colgado de un hilo,
el señor de casi poco,
- si respiro y luego soplo,
contra el suelo me deslizo.
El coraje está perdido,
nada queda en sus bolsillos,
salvo piedras,
dos anillos,
un puñal,
algunos libros.
Aun recuerda casi en broma,
que cayeron las paredes,
y las ciudades con sus seres,
se diluyen y transforman.
Ya está harto de la vida
y se lanza como bomba,
al vacío,
hacia la nada,
sin sus cosas,
con el frío.

Mi carreta

Sólo y sin amigos,
educado en las riberas,
se detiene en el destino
al que ha llegado su carreta.

fimar
Tras los pasos cansados,
del filósofo sabio,
han corrido tres necios,
que han seguido su rastro.
Aunque fueron veloces
y el anciano despacio,
ni aún a fuerza de coces,
se reduce el espacio.
Lo que separa al que sabe,
del que solo es fachada,
es lo que va del carbón,
a la joya engastada.
Ya del diamante a la hulla,
o del lagarto al caimán,
aunque en parte es igual,
se es soprano o se es grulla,
se es Don Juan o gañan.

d_gen1
Cuentan que Sir Lanzarote,
cortejando a la Ginebra
mujer seca pero bella;
encontrose de rebote
al terminar de besarla,
con un brebaje de Malta;
y cambiando de golpe,
a la mujer, por el tonel,
se tornó siempre fiel,
a aquel licor del norte,
mejor que la hidromiel,
con empaque y gran porte.
¡Viva el Whisky Escocés,
que la Ginebra es muy borde.!.

come on death if you think youre hard enough



¿Cuánto cuesta descubrir
lo que oculta la cortina,
de nuestra cochina vida,
en su lento transcurrir?
Mejor no tener prisa ,
mejor tomarlo a broma,
y si acaso el miedo asoma,
fingir que te da risa
y subirse a la otra loma.

24.10.05

DESCANSE EN PAZ


Acudieron a su entierro los testigos de su vida; el viejo Aurelio y el burro Elías. Vivió como quiso hasta los treinta. Era el hijo del alcalde, y bebía tintorro recio y orujo para desayunar. Como no quiso estudiar y con eso de la democracia, la alcaldía no se hereda, se dedicó a ser proxeneta. El personaje del que hablamos se llamaba Sebastián.
Su oficio era más respetable que el de su padre; antaño cacique del régimen, hoy representante insigne de las alcaldías pequeñas en un partido nacionalista de Aragonia. Por un lado, su progenitor le odiaba por dedicarse al putañeo, por otro le servía como escudo liberal.
- “Sí, mi hijo tiene una empresa de relaciones públicas, sí “El Puerto de Odessa”, esa es. - decía.
Realmente lo que lo más le molestaba a Jesús Remacha ( hoy, Chesus ), era que tuviera que pagar como todo el mundo. Antes, en los buenos tiempos, las autoridades tenían sus privilegios, pero los hijos de ahora no respetan nada.
Sebastián ahorró en diversos trabajos lo justo para adecentar una paridera de ganado y transformarla en club. Como era de espíritu vivo, muy pronto se hizo con una buena colección de potrancas ucranianas. De todos los pueblos de alrededor venían los clientes y a los veinte años se había convertido en todo un empresario.
Su padre, que después de haber sido de Alianza Popular, creyó conveniente hacerse del PAR, se encontró un buen día diciendo en la plaza que lo que realmente, realmente, le apetecía era ser del CHA. Con buena vista, pues, en un bucólico pueblo de Huesca, donde el complejo de inferioridad, ya sea por abandono, ya sea por pusilanimidad congénita, llevaba a los lugareños a añorar yo que se que pollas de destino en lo divino y lo universal, el alcalde y la eternidad eran uno.

De crío, después de escuela, iba con su tío Aurelio a montar en Elías ( el burro ). Por los caminos y los valles aprendía de la docta filosofía de Aurelio.
- En este mundo - sentenciaba su tío - sólo hay puteros, hijos de puta, y puteros hijos de puta como mi hermano.
- Te refieres a mi padre - respondía Sebastián.
- Tu padre, tu padre, lo que se dice tu padre... Personalmente creo que va a ser que no. Ahora, que si tu madre ha tenido el gusto de darle un hijo a ese malnacido, ella sabrá. Lo sentiría por ti, por que es mala simiente. Como tu no la has heredado, mejor que no tengas hijos por si acaso.
Y así pasaba las tardes hasta que a los catorce dejó el colegio. Entonces, su padre, que ya se había afiliado al PAR, todavía traía verbenas normales para las fiestas del pueblo. Una noche, después del baile, le cogió su tío Aurelio por el hombro y le dijo:
- ¿Te vienes con Elías y conmigo a “La Casita”?.
Los ojos vidriosos por el tintorro se le blanquearon al momento. “La Casita”, el lugar mágico al que muchos muchachos del pueblo decían haber ido, siendo mentira, claro.
Se turnaron por el camino para ir a lomos de Elías. Cuando llegaron, el aparcamiento estaba lleno, pero el borrico para en cualquier sitio.
Todavía no había la abundancia eslava de hoy en día, por lo que lo exótico eran las putas de Cuenca, en fin, ¿qué más da?.
Se lo pasó divino con la conquense mientras en la otra habitación le hacían una chuparraica a Aurelio.
- Cuando tengas mi edad pasarás de follar, lo mejor es que te la chupen. Te tumbas pensando en tus cosas y sin cansarte te quedarás como Dios. ¿No pagas tú?, pues que trabajen ellas. ¡Para eso tengo mis riñones curtidos en las eras, para culear, ¡no te jode!.
Sebastián estaba entusiasmado, alucinado y con el futuro claro y cristalino. Lo del polvo estaba bien, claro, pero lo que le había deslumbrado era la ingente cantidad de billetes que entraba en la caja. Ese día vio transparente lo que sería su futuro.
Como ya hemos dicho, trabajó de lo uno y lo otro. Vivía en casa de sus padres, y como era muy ahorrador, pronto pudo poner en marcha su plan. Los chicos de su edad que curraban se dejaban los cuartos en “La Casita”. El se iba con su tío por los montes para no gastar, salvo algún orujo y tintorro, claro.
- “Hoy no me gasto los cuartos en “La Casita”, pero mañana se lo gastarán los demás en “El Puerto de Odessa” - pensaba en sus ensueños.
Todo vino rodado. Su tío, el bueno de Aurelio, era un relaciones públicas acojonante. Estaba el pequeño problema de que no le gustaba dejar solo a Elías y del único que se fiaba era de Sebastián. Por ello, los viajes a Madrid y Barcelona para contratar “material”, los hacía Aurelio en solitario mientras Sebastián cuidaba del borrico. Realmente el mérito del negocio, al menos en sus primeros pasos, era de su tío.
Otra cosa que ayudó mucho, fue el oportuno y enésimo cambio de chaqueta de su padre. Cuando ya tenía el negocio montado, el Alcalde se hizo de la CHA de toda la vida. Este era un partido de provincias ultraconservador, vamos , lo que hoy se entiende por nacionalismo de izquierdas y progresista. Es algo tan ridículo como el caluroso verano ártico o el insoportable monzón de los desiertos; en fin, cosas veredes aunque no te las creyeres. Le vino bien, por que como buen partido filo-fascistoide que se precie, no puede prescindir de la sección de “coros y danzas” y claro, las verbenas no son lo mismo. La hipocresía, pecado universal, hacía que nadie lo reconociera en público, pero en el fondo tanta dulzaina, gaita y puñetas le aburre al personal. Conclusión, que eran muchos más, los que chino chano, en mitad de las fabulosas verbenas patrias, se acababan yendo de putas.
Fueron casi diez años de prosperidad fabulosa, con mujeres, con dineros, con Elías y con Aurelio. Un par de veces al año se iba de vacaciones dejando a cargo del negocio a su tío. Este, nunca abandono el pueblo, por que ¿quíen iba a hacerse cargo del borrico?. Aurelio era muy buen relaciones públicas, pero muy mal gestor. Bueno, según se mire era gestor de satisfacciones, pues invitaba a todo cristo. Eso no era un gran problema, a la hora de hacer cálculos para las vacaciones, Sebastián ya lo ponía a cuenta de inventario.
Los problemas vinieron con el tiempo. En parte culpa involuntaria de Aurelio por su prodigalidad y en parte culpa de su padre por tanta dulzaina. El negocio acabaría muriendo de éxito. Y es que no tardaron en llegar quejas sobre ruptura de matrimonios por aquí y por allá. Cierto que algunos se rompían, pero para ser sustituidos por otros. Muchos lugareños de tanto roce, se divorciaban de la legítima para casarse con una ucraniana. Esto al negocio no le afectaba por que era muy fácil renovar, y además, era reconfortante hacer de agencia matrimonial. Pero si algo puede restar votos, ese algo traerá problemas con la política.
- Tienes que decirle a tu hijo que cierre el local, además ya está forrao de pasta ¿no?. Mira que aquí las mujeres mandan mucho y nos pueden joder en las elecciones.
- ¡Coño!- decía Jesús - (perdón, Chesus). Y como conjugamos un discurso de las buenas costumbres aquí con la entrevista que tengo mañana en la capital.
- Ya, a ti lo que te preocupa es que el pueblo te va pequeño y quieres un asiento en el Gobierno de Aragón.
- Hombre, Chose, que yo llevo muchos años aquí. ¿No es lo que critican algunos?.
- Bueno, bueno. Tu no te preocupes. Eso sí, si te preguntan en la capital o te hacen una entrevista, dirás que no es por conservadurismo si no por que las ucranianas ocupan puestos de las mujeres de la tierra.
Hubo además de juicios y prejuicios mucho ruido y miedo a perder las elecciones. Desde la sede central se presionaba para que se solucionara el asunto cuanto antes. Uno de los concejales más brutos tuvo un plan. La cosa era incendiar por la noche el local y achacarlo sin hacer mucho ruido a incontrolados hartos de tanto vicio. Después se dejaría pasar el tiempo, y para cuando llegaran los comicios, el asunto se habría olvidado.
La cosa cogió por sorpresa a Sebastián. Cuando estaba cerrando caja y las chicas ya se iban a descansar comenzó la tragedia.
- ¿No hueles a quemado? - le dijo su tío Aurelio.
- ¡Joder!, ¡Tenemos que apagarlo!. ¡Sveta!, saca a las chicas fuera.
Las ucranianas consiguieron salir a tiempo, pero Sebastián y Aurelio seguían, inútilmente, intentando apagar las llamas. Elías, que como siempre, estaba aparcado fuera, se estaba poniendo nervioso. Su amo y su mejor amigo estaban dentro y no se les podía abandonar así como así.
Elías penetró al trote en el interior del “Puerto de Odessa” cuando Elías y Sebastián habían salido por la puerta trasera, dejando el desastre por imposible.
Cuando estuvieron al descampado, Aurelio miraba a todas partes inquieto.
- ¿Dónde está Elías? - preguntaba con angustia.
- Ha entrado dentro - le contestó Elga.
Sebastián tuvo que sujetar a su tío para que no volviera al local, a su edad, no estaba para esas empresas.
Remojándose con agua, Sebastián penetró dentro desafiando al fuego. Durante unos minutos, todos miran fijamente a la puerta tras la que se vislumbran las llamas. La inquietud era creciente y las chicas tenían que sujetar de nuevo a Aurelio que quería entrar. En ese momento salió Sebastián llevando a hombros a los ciento veinte kilos de Elías y cayó sin vida una vez que lo puso a salvo.
Sí, Sebastián, tus amigos no te olvidan. Y es que negocios, política y amigos, pueden ser sinónimos de muerte. ¡Porca miseria!.

21.10.05

POKER





DON “ESPECIAL” Y LOS “INTOLERANTES VASALLOS”:

DON “ESPECIAL”.
- Jugando al póker deseo,
siendo de gran justicia,
que para saciar mi avaricia,
si además de cartas poseo,
el derecho algo feo,
de tener a la entrada,
un comodín y dinero:

Será mejor mi jugada
y más agusto mi juego. -

- ¿Cómo osáis pues negaros?,
¡Intolerantes compañeros!,
¿Cómo sois tan tacaños,
que cuestionáis sin reparos,
mi libertad para haceros,
tan gran oferta del año
que así conviene a mi juego?.-

-¿Acaso no soy de mi alma mi dueño?
¿Acaso no puedo decidir mi futuro?
¿Cómo podéis oponeros al ruego
de elevar frente a mi vuestro culo?.-

LOS “INTOLERANTES VASALLOS”:
- Mire usted, Gran Excelencia,
y no crea que es por joder,
pero se acaba la paciencia,
y ya puestos a perder,
que sea de forma abierta:

O bien la partida se inicia,
en igualdad de condiciones.
O que cada perro elija,
sin mosqueos , sin rencores,
esta, aquella u otra silla,
en que lamerse sus cojones.-

-Ahora sí, y que lo sepa:
Si jugamos todos juntos,
los privilegios presuntos,
y ese derecho que apesta
a imposición por la jeta:

En esta mesa que estamos
los que a ella representan,
a jugar nos negamos
con esa mierda de reglas. -

- Y si amenaza con tacto,
en romper la baraja,
lo seguro es que pasa,
en su casa otro tanto.
Pues si el ser “especial”,
es razón suficiente,
para poder reclamar,
un trato preferente;

en todo y entero lugar,
ocurrirá, es evidente,
que se pueda alegar,
la misma razón, conveniente.

¡No se extrañe mañana,
si en su trozo de tierra,
unos cuantos demandan,
que se vaya al mierda,
que se adjuntan a España,
y su nación que se pierda!.

¿Tendrán ese derecho los hijos de Ilerda?
¡¿O el buen rollito termina en las Fronteras Sagradas,
donde el derecho es fachada,
la libertad es supuesta,
y la democracia, charada?!. -

17.10.05

¡VAYA SUSTO TONTO, PUES!


En el saloncito gris, el Pater Familias se recuesta plácidamente en su sillón orejero. La princesita va a salir esta tarde a tomar un refresco con sus amigas y ha venido a solicitarle la paga.
- Papi, me das dinero para salir con mis amigas.
- Si princesita, toma cinco euros. Guárdate algo para comprarte cosas bonitas. Poco a poco, si retiras una pequeña cantidad, te harás con un montante importante.
El Pater Familias se deja dar un beso en la mejilla por su niña. Arancha está muy crecidita, es toda una mujercita.
- No vuelvas muy tarde hija.
- No te preocupes, me quedo a dormir en casa de Irachu, ¿no te lo ha dicho mamá?
- ¿Y quiénes son sus padres? - inquiere el progenitor.
- No quieras saberlo todo, deja a la chica en paz. - dice la matrona, Doña Maite.
- Es verdad, además nuestra hija es muy responsable.
La puerta se cierra y en la soledad del hogar el matrimonio se dedica a disfrutar de una plácida tarde de Otoño. La lamparita de la mesita del salón invita a una tranquila y sosegada conversación marido-esposa, esposa-marido.
- Maite...
- ¿Sí cariño?.
- ¿No crees que hemos tenido mucha suerte con nuestra hija Arancha?.
- Sí, José María, si tú supieras...
- ... - plantea Chema.
- Nada, que nuestra Arancha promete. Ha sacado unas notas que le han permitido entrar en la mejor Universidad. No te creas que todos los vecinos pueden decir lo mismo de sus hijos. La hija de Augusto, ya sabes, el director de la fábrica de cervezas que auditásteis el otro día, no ha podido entrar en telecomunicaciones. No me extraña, claro, ya sabes como son.
- Mujer, tampoco es para tanto...
- Ya, ya - dice Maite como subrayando la ingenuidad de Chema -, si no es sólo que no vayan a nuestra parroquia, se que se van a la otra, ya sabes, la de...
- Si, si, Maite, pero ya sabes que no me gusta hablar de esas cosas. A mi me apetece charlar con los amigos, vivir en paz tomando unos chiquitos con los compañeros de toda la vida, la sociedad gastronómica... Otras cosas ya sabes que me entristecen mucho. Somos gente pacífica, normal...
- Pero es que es todo - insiste Maite - . Todo esta relacionado. Si al final las cosas son como son. ¿Sabes que se comenta que ha abortado dos veces?.
- ¡Coño Maite!... Perdón, se me ha escapado el palabro. Quiero decir que pueden ser habladurías. No te gustaría que fueran comentando esas cosas de nuestra hija.
- No compares a nuestra hija, una niña de sobresalientes, con la chiquilla de los vecinos. A mi siempre me pareció muy suelta. Además, tu mejor que nadie sabes que esa gente, esos González y Valeros, con su acento murciano...
- ¿Qué tiene que ver el acento murciano?.
- ¡Chemari!, por favor, no te hagas el tonto. Que tienen esa cultura, que son más sucios. No son como nuestra familia. ¿No irás a negarlo?.
- Si tienes razón mujer. Por cierto, ¿conoces a los padres de Irachu, la chica a cuya casa se va ir a dormir nuestra hija?.
- Claro que si, Chemari. ¿Me crees tan irresponsable?. Su madre fue compañera mía de colegio y son muy buena familia. Ya sabes, gente de aquí de toda la vida.
- Bien, ya me los presentaras. ¡Vaya!, suena el teléfono.
- Ya lo cojo yo, José María.
La expresión de Maite es seria, incluso se pudiera decir que alarmada.
- Tranquila Ainoa, veras como llegan enseguida - le dice Maite a la madre de Irachu.
- ¿Qué es lo que ocurre? - interrumpe un preocupado Chema.
La matrona le indica con un gesto que se calle.
- Lo dicho, Ainoa. Ya verás como llegan dentro de nada. Además, si Arancha ha dicho que van a llegar pronto, es que van a llegar pronto. Menuda es nuestra Arancha para estas cosas. En cuanto lleguen nos llamas por teléfono, que mi Chema está empezando a preocuparse. Así que nada... Tenemos que quedar un día para que tu Ignacio conozca a mi marido. Que siii... Pues eso.
Cuelga el teléfono y tranquiliza a su marido. Va pasando el tiempo, y al dar las diez de la noche, el matrimonio empieza a inquietarse. Cuando deciden llamar a casa de Ainoa, suena el teléfono.
- Si.. Ainoa , ¿eres tu?. - La expresión de Maite se torna en espanto - . ¡Ay Dios mío!...¡Ay Dios mío!. Sí, sí, ahora mismo vamos para allí.
- ¿Qué ocurre? - dice un pálido Chema.
- A Ainoa le acaba de llamar la policía autónoma para que acudan al centro de planificación familiar que hace esquina con el banco.
- ¿Qué significa eso?.
- No los sé, Chema, no lo sé. Tenemos que ir ya mismo.
- ¿No tendrá algo que ver con los embarazos?. ¡Maite!, que ya te he dicho que era muy mala cosa murmurar de los demás. ¡Qué nos ha podido castigar Dios!.
- ¡José María , por favor!. No te pongas tremendo, que tu te pones muy tremendo - Maite intenta transmitir serenidad.
Después de vestirse decentemente van al garaje de la vivienda unifamiliar y salen dignamente de la urbanización en el BMW.
Cuando llegan al centro de planificación familiar se encuentran con Ainoa y su marido Ignacio que muestran una aparente calma. Uno de los problemas de este mundo es la comunicación. Les tocó un policía con no demasiado tacto y no les explicó que el centro no tiene nada que ver con el asunto. Aclarado el tema, y una vez que han quedado para hacer una buena comida con Ainoa e Ignacio, el Pater Familias y Maite vuelven a casa con una tonelada de aprensión menos sobre sus cabezas.
- ¡Tremendo!, ¡qué eres un tremendo!. Te lo digo siempre. Mira que pensar eso de nuestra hija...
Chema esta jovial. Realmente está exultante. ¡El susto que se ha quitado de encima!.
- ¡Ja, Ja!. Me río de los puros nervios.
- Claro - le palmea su esposa en el hombro - . Ya te comenté que posiblemente el retraso se debiera a alguna actividad del Campus. Por cierto, que conozco a los padres de Gorka, el monitor, y pensar mal de él es pecado.
- Ya mujer, pero podían haber llamado por teléfono.
- Es que no han podido después de lo que les ha pasado, que esa es otra. No pasa nada, pero es indignante que nos hagan eso. - Maite levanta severamente el índice.
- Sí. Bueno, al comisario le conoces, ¿no?. ¡Qué narices, Maite!, tú conoces a todo el mundo.
- No tanto, no tanto. Pero sí, a el comisario sí. Tu como eres de capital... Pero aquí , la buena gente nos conocemos todos. - Hace una pausa y prosigue - . Ese chico, el comisario, fue campeón nacional de Bersolaris. Si lo tienes que conocer...
Claro que a veces parece que vives no se donde...
- ¡Vaya susto tonto, pues! - exclama Chema.
Se miran, y después de sonreirse se abrazan contentos de que todo haya acabado bien. El fin de semana ya estarán las niñas y harán una fabulosa comida para las dos familias. Esta noche se conformarán con ver un programa de humor en la ETB.

EN OTRA CADENA DE TELEVISIÓN , EN CASA DE LOS MURCIANOS.

- “En la localidad Guipuzcoana de X., la Kale Borroca ha prendido fuego a un cajero automático y una sede del partido X. La sede del partido se encontraba frente a un centro de planificación familiar. En la sede ha sido encontrado un cuerpo sin identificar carbonizado. Se cree que pudiera ser un empleado del partido, pero los datos son inconexos. Fuentes de la organización X. han protestado por la detención de los jóvenes que presuntamente han llevado a cabo la acción. Eran tres personas que responden a las iniciales de A.E.U, I. A.G y G.U.U. Según nos cuentan, el Juzgado X de X se niega a admitir a trámite la denuncia por falta absoluta de pruebas...” -

14.10.05

VUELOS DE IBERIA



ESPAÑA

1931-2005

Alfonso XIV-1

Salió corriendo el Borbón,
camino de las Italias,
se fue deprisa hacia el mar,
dejandole el paso a Azaña.

Aunque ganó las elecciones,
caciquiles y floridas,
perdió en las capitales,
sus apoyos, sus queridas.

Veredicto habemos pues,
no merece mejor suerte,
al del desastre de Anual
le condenamos a muerte.

Azaña

Niño-pijo parlanchín
el disfrazado de obrero,
te creíste Delfín,
el vengador justiciero.

Labia hábil, muy fina,
petulante sin juicio,
una serpiente latina,
un vanidoso por vicio.

En Asturias creíste
que era mejor apuesta,
fingir que serviste,
a la plebe insurrecta.

Tu lo viste al final,
cuando la vida escapaba,
no fuiste General,
fuiste tonto del haba.

Te utilizaron a ti,
los que tu despreciabas,
- presidente di sí.-
la GPU lo ordenaba.

Veredicto habemos pues,
no merece mejor suerte,
al que creyó ser un juez,
le condenamos a muerte.

Largo Caballero

Ardor revolucionario,
obediente a Moscú,
desprecio al escaño,
el Estado eres tú.

En el estrado proclamas
sin la sonrisa perder,
que todo medio barajas
para tomar el poder.

Un Lenin de España
que como tantos creyó,
que existe un atajo,
para mandar como un dios.

Veredicto habemos pues,
no merece mejor suerte,
al del abrigo de piel ,
le condenamos a muerte.

Jose Antonio.

Comunista con escapulario,
el del peinado español,
socialismo de crucifijo,
los peligros del sol.

Profeta del estatalismo,
como su primo Benito,
el del nacional-sindicalismo,
el de los trajes bonitos.

A ti ya te dieron matarile,
antes de empezar la fiesta,
pero del juicio que sigue,
no te salva la guerra.

Veredicto habemos pues,
no merece mejor suerte,
al del acento francés,
le condenamos a muerte.


Héroes de retaguardia.

Ya moderado derecho,
yal zurdo burgués,
aplaca en río revuelto,
con mucha sangre su sed.

Por un rencor del pasado,
o ser un pobre diablo,
con poder te has tornado,
en un cabrón sanguinario.

Colaboración necesaria
a ambos lados del frente,
para en la guerra de España,
llenar las tumbas de gente.

El que en la vida civil,
fue tal vez tranviario,
¿quien lo pudiera decir?,
de aquel , el Notario.

Con cazadora de cuero,
en las cunetas de Iberia,
de excusa azul o rogelio,
se desahogaba la bestia.

A los responsables bastardos,
que permitieron la acción,
ya en un u otro bando,
por acción u omisión.

les condenamos despacio,
resurrección-castracción,
en bucle eterno y pausado,
hasta que nos nieve en Gabón.

Veredicto habemos pues,
no merecen mejor suerte,
a los cobardes de ayer,
les condenamos a muerte.

Franco

Oportunista graduado,
con la paciencia de hiena,
te situaste taimado,
para mandar en la guerra.

De tercero de abordo,
te colocaste el primero,
cuando cayeron los gordos,
les quitaste el sombrero.

represión y venganza
sobre quien no merecía,
los tiros de gracia,
que tu persona ofrecía.

Caudillo de España,
por la Gracia de Dios,
maldita gracia causaba,
el dictador español.

Reventaste en la cama,
entre tu sangre y miseria,
y de tu vida acabada,
surgieron héroes, veletas.

Los que estuvieron callados,
y se forraron contentos,
para ocultar su pasado,
la biografía: un invento.

Veredicto habemos pues,
no merece mejor suerte,
al defensor de la Fe,
le condenamos a muerte.


INTERMEZZO
Se que a algunos les gustaría, pero tras el fallecimiento del dictador se acabaron las sentencias a muerte. Sorry.

Arias

Franquista de bolsillo,
pegote de salón,
en tu corto camino,
apenas llegaste a bufón.

Veredicto habemos pues,
no merece mejor suerte,
el de “Franco ha muerto” fue,
una anécdota breve.

Suárez

Alquilifer del Movimiento,
con rapidez inusitada,
te transformaste al momento,
en democracia encarnada.

Ya le vale al buen Duque,
fue muy dura su jeta,
profesor “cum laÚde”,
en cambiar de chaqueta.

Veredicto habemos pues,
no merece mejor suerte,
al del antes-después:
¡A anunciar detergente!.


Leopoldo

Tras el golpe frustrado,
sin estar claro nada,
estuviste un buen año,
de presidente de España,

Te duró el Consulado,
sin Imperium, vacío,
lo que dura un petardo,
en las manos de un crío.

Veredicto habemos pues,
no merece mejor suerte,
al presidente veloz,
consideremosle ausente.

González

Isidoro de Sevilla,
el boquita de piñón,
amigo de gente fina,
y herederos de Perón.

Bien rodeado de honrados,
con unas manos tan largas...
Si ven un duro rodando,
lo atrapan con sus nalgas.

Desde la Expo hasta el Ave,
cualquier dinero sirvió,
para trincar sin pararse,
sólo por que alguien lo vio.

Se preocupó por el paro,
en el “Estado Español”,
lo cuidó con cuidado,
tal vez por eso creció.

Con la “Chanço de Roland”,
la cuesta abajo emprendió,
poniendo en medio a las jetas,
que una a una, quebró.

Cuando cayeron los diques,
se terminó la función,
pasó por poco el bigotes,
al frente de la nación.

Veredicto habemos pues,
no merece mejor suerte,
al de “cien años de”:
¡A restaurar taburetes!.


Aznar

Cejijunto de Castilla,
el del espíritu liberal,
el que decía que haría,
libre al Poder Judicial,

Se juntó con la pandilla,
del anterior mandamás,
para poner más anillas,
a todo alto tribunal.

Con la mirada bien fría,
al del pupitre de antaño,
con Telefónica haría,
de su capa cien sayos.

Privatizada una empresa,
un requisito probable,
era el tener la certeza,
de controlar al contable.

Veredicto habemos pues,
no merece mejor suerte,
al de “mire, mire usté”,
una fregona y un balde.

Zapatero

Un orador entregado,
que ampuloso decía,
que pasada la noche,
se abrirá paso el día.

El que creyó que el talante,
ante cualquier contratiempo,
es remedio bastante,
aunque no arregle el invento.

Gran General ilustrado,
con tal profundo pensar,
que descubrió con agrado,
que si son dos, es que es par.

Veredicto habemos pues,
no merece mejor suerte,
a este Confucio de a pie:
Una pelota y un Tente*.
(*Juego infantil de piezas para construir cosas).

Y si alguien se ofende
que proteste en Bruselas,
que le harán tanto caso
como al gusano de tierra.

¡Salud y al peo!