7.2.06

CARRERA DE GILIS

delpita

Ha sonado el disparo de salida. La carrera de gilipollas ha comenzado. ¡Atención!, el del dorsal número trece ha sido expulsado por dopaje.
En el colegio de la esquina hay dos bandas de chavales. En la banda del moco, mal que bien, los alumnos pueden hacer su vida con una relativa libertad. En la banda del coco, los muchachos no tienen voz ni voto y el jefe de la banda, democráticamente elegido por él mismo, es partidario de apalizar a todo aquel que no siga la ley de su Totem: un niño genuflexo y con el culo en pompa bajo un arco.
El líder de la banda del moco va predicando concordia y entendimiento. Es el no va más del buen rollo. Proclama que es imprescindible el diálogo entre las bandas para convivir en el patio. Muchos de los miembros de su banda creen ( ingenuamente ) que semejante defensor y encarnación de la libertad, luchará por liberar a los pobres chavalotes de la banda del coco de la tiranía de su malvado líder.
En estas, un graciosete de la banda del moco, ha dibujado en la pared una parodia del Totem rival. En esta parodia, el arco lo tiene incrustado el niño en el culo. Las airadas protestas del líder de la banda del coco no se hacen esperar. Aunque jamás nadie le ha reprochado nada a la banda del coco por los insultos y demás burlas que realizan, el buenrollista de la banda del moco le pide genuflexo disculpas ( sólo le faltó meterse un arco por la retanbufa ).
Aquello no fue suficiente, el líder de la banda del coco lanzó una campaña ( que llovía sobre mojado, puesto que sin reconocerlo expresamente, no era la primera que instigaba ), de amedrentamiento sobre los de la banda del moco. Después de varios heridos, el líder de la banda del moco publica un artículo en el periódico del colegio, junto con un miembro de la banda del coco, en la que se recrimina severamente al “ingenioso artista” que dibujo al Totem. Lo grave es el dibujo, muy por encima de la barbarie, amén de la ley del embudo, ya que la banda del coco tiene bula para reírse de quien le salga de los huevos ( de los huevos de su jefe, of course ). Al final resultó que la alianza de bandas se refería a soplarle la gaita a jefe brutal de la del coco y no con los chavales, que para su desgracia y les guste o no, están bajo su yugo. ¡Qué gran y bondadoso líder!, que es tan hijo puta que se alía con quien pisotea cualquier rastro de libertad y dignidad humana. Es lógico que en la carrera de gilipollas le hayan expulsado por doping. Las noticias de última hora dicen que no le van a admitir en la de hijos de puta “amateurs” por considerarlo profesional.


Artículo publicado en el Herald Tribune.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

alah akbar!

PERCEBE dijo...

No chaval, el gran visnú es más grande.