19.9.05

VARIOS



SOMBRAS: CONDE DRÁCULA, PRINCIPE VLAD.


En la montaña agreste
de la ciudad sin nombre,
habita rumbo al Este
el laureado Conde

Donde silbaron sables,
que esculpieron surcos,
en que verter su sangre
mas de un millar de Turcos

Batiose el Conde patrio
para tomar la plaza
y tras luchar al sol
se le quebró la espada

Y suplicó tan fuerte
que le ayudara el Cielo,
que al ignorarle éste,
le respondió el Infierno

Fuerza Brutal que pudo
sin reparar en costes,
desvencijar al Turco
y decorar los postes

Donde Vlad podía
empalar a gusto
a la carne vencida.
El enemigo: el Turco.


Si no fuera por o el juego de las malditas excusas.

Ya por pereza perenne,
o poca atención prestada
a mi maestro de espadas,
no hallé valor suficiente
para entablar la batalla
en una justa decente.

De haber tenido dominio,
de haber sabido luchar,
no habría habido rival
que no encontrara el martirio
contra mi acero sin par.
mi agilidad y mi brío.

Pero tengo un miedo terrible
que me hace sudar y temblar,
amén de espasmos y más ,
de no ser por ello, decidme,
¿Acaso no sería invencible?
¿Acaso no podría ganar?

Pero mi pereza perenne,
me impide ir más allá,
no hay forma que salga
de mi el justo temple,
para jugarme el alma
y morir para siempre.

Declaración del Casi-Duque de Villarobledo a su Casi-Padre, el labrador Urelio, explicando por que salió corriendo cuando los asaltantes saquearon el Casi-Palacio familiar.

1 comentario:

Southmac dijo...

hostia, o mejor, h-o-s-t-i-a