14.7.05

EL TIGRE KAZAKO



El Coronel Kazako Boris Alexandrevich está nervioso. Remueve el vodka con su bayoneta de la suerte. Su tío Oleg Bara forma parte de la nueva aristocracia petrolífera que cena todos los fines de semana con Nazarbayev. Hace poco más de diez años, en cumplimiento del tratado de desarme, fue uno de los supervisores de la devolución de material nuclear a la Federación Rusa. ¡Bendito descontrol!, logró apropiarse de cien misiles de más de treinta megatones.
Su hijo nació cerca de Oskemen, en una clínica para peces gordos en los montes Altai. Aunque su madre era rusa, el linaje de su padre se remonta a los Khanes. Es el elegido para el cambio.
Occidente está muy ocupado jugando con lo que cree gran amenaza del nuevo milenio. El “terrible enemigo” es un puñado de fundamentalistas financiado por regímenes árabes que los usan para crear presión hacia sus intereses. Realmente su potencia es pequeña, en el fondo son grupos mafiosos que se putean entre ellos y que han de dormir con un ojo abierto si no quieren ser degollados. Bastaría un pequeño seguimiento de su financiación para cortar la sangre que los mueve, pero a las potencias del primer mundo les da pereza desestabilizar el secreto bancario.
Tanto mejor, mientras están a vueltas con esos mosquitos, no repararán en Boris, el hombre destinado a dominar el mundo. Su Regimiento se ha juramentado a su servicio. Al ser unidades de montaña, están alejadas de la mano de Dios y nadie se preocupa demasiado por sus cuitas. Su tío se responsabiliza de desviar la atención del gobierno cada vez que se preguntan por la utilidad del Regimiento de Boris. Esto se consigue con sólo un puñado de barriles de petróleo, ¡bendita corrupción!.
Su nombre en clave es Temujin, como su antepasado Gengis. La operación que ya está en marcha la han denominado Tengri.
Tengri, la fuerza de la naturaleza que simboliza el cielo, el poder supremo de los Mongoles. Su hijo es pequeño, pero gobernará el mundo con el nombre de Ogodai, junto a su padre.
La operación comenzó en la segunda mitad de los 90, cuando se apropió del centenar de armas nucleares. Con el dinero de su tío consiguió colocar la cabezas en cien trailers Pegaso que descansan en almacenes de todo el mundo. Están puestas en la cabina y llevan un temporizador que no ha dejado de correr desde hace más de diez años.
El día señalado se acerca, muy pronto dará la orden de marcha a sus camiones. Fue fácil crear cien empresas fantasma; con relativamente poco dinero, mantiene el alquiler de los almacenes donde duermen los Pegasos. Ya ha enviado a doscientos de sus hombres para que, por parejas, y a una orden suya, los dirijan a las capitales occidentales. Ninguno de ellos conoce sus verdaderos propósitos, siempre tiene que haber carne de cañón. El resto del Regimiento si lo sabe y como el ser humano es así, están muy contentos de formar parte de los elegidos. La mayor inversión ha sido la creación de dossiers falsos que incriminan a todas las potencias en el complot.
Como los magnates de la comunicación Occidental explotan el sentimiento de culpa, darán pábulo según su tendencia a las falsas informaciones que cuidadosamente se han creado. Los antiamericanos convencerán a la opinión pública de que es EE.UU. quien ha querido una excusa para dominar el mundo, otros jurarán que está clarísimo que sin la cooperación de Francia y Alemania, los islamistas no podrían generar esta tecnología. En fin, gracias a que esos émulos de ciudadano Kane, drogadictos multimillonarios en su mayoría, juegan por encima de todo a manipular a la población ( los hechos son algo secundario ), el caos y la desconfianza estarán garantizados. Como su fortuna está creada sobre corrupción y mentiras, trasladan su mala conciencia a los ciudadanos, transmitiendo la idea de que son sus gobiernos y soberbia los culpables de la tragedia.
Por un lado, como los fanáticos del fundamentalismo no son nada sin la financiación de los regímenes que los sustentan, dejarán de ser un competidor de inmediato. Los dossiers incriminatorios que divulgarán, harán que estos Sátrapas de pacotilla se vuelquen en demostrar su inocencia, por que a diferencia de los primos que se autoinmolan, los que los financian tienen un terrible miedo a la pérdida de sus prebendas y cochina vida. Como hay dossiers para todos, los principales gobiernos europeos críticos con Wasington se verán incriminados indirectamente a través de empresas tecnológicas que pudieran haber vendido material a países islámicos. Lo bueno es que son tan corruptos que se pasarán la mayor parte del tiempo pensado si es verdad o mentira que tal o cual empresa ha recibido de forma irregular fondos públicos. Inculpar a EE.UU. es fácil, décadas de propaganda allanan el terreno para que un sector de la población crea en la conspiración imperialista para justificar sus acciones bélicas. Tampoco habrá que insistir mucho.
Y en medio de todo esto, cuando millones de muertos occidentales, aproximadamente unos cien, llenen de espanto al mundo desarrollado, surgirá el buen samaritano. El hombre fuerte que conoce los entresijos del terrorismo internacional y que a cambio de una modesta contribución monetaria y tecnológica irá apagando , como el equipo A, los focos terroristas. Occidente se dedicará a llorar a los muertos e intentar paliar el gigantesco caos económico-demográfico. Con una buena acción diplomática se podrá convencer a las potencias para que no intervengan directamente puesto que el recelo mutuo los puede llevar a una conflagración mundial. El bueno de Boris se ocupará de eso.
Para que el plan tenga éxito, es fundamental que los dossiers sean creíbles, hay que generar desconfianza a cualquier precio. Por ello, una pequeña parte será verdad. Durante diez años se han financiado a diversos grupos pro-iraníes tipo Hizbolá de tres al cuarto, con cuatro perras. Esto será suficiente para que la palabra de Boris tenga crédito cuando se ponga al descubierto. Es como aquellos toneles de aceite que sólo lo tenían en la superficie y el resto era agua. También se ha sobornado a empresarios en Europa comprando su espionaje industrial y otros menesteres, todo debidamente documentado y probado, al servicio de islamistas. En EE.UU. se han reclutado a civiles en una mascarada de supuesta CIA, que al ser secreta, se han creído que realmente trabajaban para su país. Ellos han estado operando, creyendo que era para su gobierno, en la creación de situaciones de inestabilidad. Estos agentes son, los que sin saberlo, se han encargado del papeleo falso para ocultar los camiones.
Si no se hiciera así, si no se creara una desconfianza mutua entre ellos, esta vez la linea que se impondría sería la dura. Todos se unirían para acabar con el terrorismo y las posturas lighs no tendrían mucho predicamento. No es lo mismo enfrentarse a unos centenares de muertos, que hace que el riesgo individual sea muy pequeño, que a una amenaza directa de millones, donde hasta el más conciliador ve su culo directamente en peligro.
Todos estarán de acuerdo en medidas de fuerza para frenar los atentados nucleares, pero todos preferirán que sea una tercera parte la que se ocupe puesto que la desconfianza entre ellos lo considerará más prudente. Habrá sospechas de que EE.UU. lidere tal cruzada antiterrorista, ya que hay asuntos turbios con algunos de sus agentes. ¿Quién se fía de una Europa que ha armado, aunque sea indirectamente, con semejante material a los terroristas?, ¿quién se opondrá en cualquier caso a que los regímenes que directamente los financian sean decapitados ?.
Para eso está Boris, el amigo de occidente, el que se sacrificará para subyugar a dichos países. Primero, la gran república de Kazastan, previa destitución de su Primer Ministro Nazarbayev, ocupará Irán y Pakistán. No se la cogerán con papel de fumar, con el armamento occidental de nueva generación y cedido por el consenso de las potencias del primer mundo, barrerán sin reparar en bajas enemigas la resistencia de esos países. Cuando tengan un confortable imperio asiático bajo su dominio vendrá el golpe final. El capital económico se invertirá en dominar grandes empresas occidentales y desde allí se dará la acometida mayor. Se inculpará a China en un holocausto más masivo todavía con el envenenamiento del agua potable de sus ciudades. También se hará que sea medio verdad, financiando a las empresas con directivos chinos que se irán incorporando a las depuradoras de aguas, ellos no sabrán nada pero serán los causantes de la tragedia. Esta vez los dossiers aparecerán de forma que no se vea relación alguna con Kazastan. Boris se limitará a la sorpresa ante barbarie y dejará que la cuarta guerra mundial allane el camino para tomar el poder absoluto.

Kazastán 199...
Igor Zubayanev e Inga Nula son dos Tenientes del Regimiento de Boris. De algo hay que vivir y mientras en los 80, Boris se hacía rico revendiendo material soviético, estos trapicheaban como intermediarios. En la operación de los 90, cuando la importación de los trailers Pegasos, estaban ya muy duchos en sacar tajada de los trapicheos de Boris.
- Temporizadores suecos, el gran jefe pide temporizadores suecos. Como no quiere que dejen rastro, para la compra invertirá más de cienmil dólares, ya sabes, empresas tapadera de importación desde Hong Kong, vuélvelo a comprar desde no se donde... ¡Que desperdicio!, mi cuñado, Inga, esto lo solucionamos con mi cuñado. Tiene un montón de material de saldo ruso de una factoría recientemente cerrada en Gorki. Dice que su funcionamiento es perfecto y que no sabe por que la han desechado.
Inga mira a Igor con una mueca cómplice.
- Tu cuñado el técnico electrónico... - sonríe Inga.
- Por dosmil dólares nos hace los cien. Le daremos una gratificación de ochomil y nosotros nos repartiremos noventamil restantes. ¿Para qué tanta película de importación?. Si el gran jefe hubiera confiado en mi, yo le habría propuesto la idea.
- Bueno, mejor para nosotros. Es el precio de la desconfianza, de tenernos como peones de tercera.


Es el día D, Junio de 2004, Boris y sus hombres están en Astana, la capital, para ocupar el parlamento por la fuerza cuando incriminen a su presidente como otro de los tantos financiadores internacionales de la masacre. Van vestidos con uniformes de gala que datan de la era soviética por lo que la población los toma por rusos que van al cosmódromo internacional de Kazastan o por un grupo musical camino del teatro para representar una versión pop de Los Remeros del Volga. El Coronel Boris junto a los Tenientes Igor e Inga entran en un bar cercano al parlamento para ver la masacre por televisión, después salvarán a la patria de su déspota Nazarbayev.
Todavía faltan cinco minutos y el dueño trastea el mando dejando el National Geographic.
- Hoy hablaremos de curiosidades tecnológicas del pasado cercano. -dice un tipo con barbita en la tele.
- Esto es un reloj digital de la era soviética que puede hacer gala de ser una de las máquinas que verdaderamente se alteran por el efecto dosmil. Un reloj antiguo normal, si es digital, al llegar al año 99 pasa al 00, por lo que los meses y días corresponden a 1900 y no al 2000. Pero este artilugio ruso se vuelve literalmente loco y al llegar el 2000 se bloquea y se funde. Es una curiosidad, una reliquia soviética de una factoría de los Urales en la ciudad de Gorki.
El Coronel Boris se ríe y comenta en voz alta:
-¿Te acuerdas Igor de que me miraste raro cuando te pedí temporizadores suecos?, yo ya sabía que no nos podíamos fiar de nosotros, los malditos comunistas. Por eso quería que fueran suecos. ¿Igor?,¿Inga?. ¡Camarero!, ¿Dónde están mis acompañantes?.

3 comentarios:

PERCEBE dijo...

Mushaas gracias guapetona, a mas empiezo mis vacances:D besazos pa tú.

Anónimo dijo...

los profetas del último apocalipsis han clamado venganza desde las puertas del infierno

PERCEBE dijo...

chist!, tampoco se tiene que enterar todo el mundo...