9.6.05

LA NOCHE LOCA DE JUANIÑO


Mónica es una artista. Es una chica mona que crea performances y obras pictorico-sonico-alternativas. Su galerista o chulo se llama Isma y es muy moderno.
Están muy preocupados por el efecto invernadero y las marsopas. Van a las manifas con olor a chanel y salen en los dominicales. Siempre están in, nunca out, aunque profundamente en contra del imperialismo Yanki. Ya lo decía Isma la última vez que vino de New York :”es una ciudad que se está volviendo decadente”.
Sus bragitas Calvin-Klein van a juego con sus Ray-Ban y el careto del Che en las patillas. Imitan a los gebeldes sesentayiochistas américanos, aquellos niños pijos que hoy son directivos de grandes empresas, eso si con un toque europeo. En la última movida leche-reivindicativa a favor de no se que hostias , nuestra Mónica acude en metro. Es que es como muy normal por lo que deja el audi-coupe en Barajas. Su pañuelo palestino mola mazo con sus jeans ajustados, chapitas, merchandisin de tienda chic y una pose guerrillera. Allí están reunidos lo mejor de la tierra. Chaperos de altos vuelos, artistas y artistos, intelectualos e intelectualas. A juzgar por sus cuentas corrientes los más desheredados de la tierra.
Su agenda es la leche y después de reivindicar de forma combarivo-solidaria-buenrollito, no se que pollas, tiene un meet en una sede política. Va de la regulación de la Extrema Unción Civil para Gays y Hermafroditas; o algo así.
Juaniño es un alto cargo político, es Ministro de algo. Hoy se levanta temprano, puede que antes de las diez.
- Juaniño, cari, que vas a llegar tarde. - le dice su mujer. Su señora está de muy buen ver. Cuando se opere los glúteos será la repera.
- ¿Dónde está mi corbata a rayas? - se desespera el Ministro.
- Tonto, te lo he dejado todo en la silla.
Juaniño está impecable, el traje de seda le queda como un guante y disimula de perillas su barriguita.
- ¿Y de qué es la reunión, cari?.
- No lo se, lo aprobaron en el anterior Consejo de ¨Ministros, pero como estuve con diarreas no me he enterado. Chenchu, la Ministra de Asuntos Sociales, me ha dicho que es muy importante. Tengo que ir de punta en blanco.
La jornada es en el salón de actos de un periódico nacional. Cuando Juaniño llega se encuentra a la representación completa del orgullo gay junto con gentes de su partido. La mayoría de los políticos van disfrazados de protagonistas de Sensación de Vivir, muy juveniles ellos. Le podían haber avisado, se siente con más despiste que un koala en unos futbolines. La Ministra Chencu se le acerca llevando de la mano a un Drag.
- Juan, mira, esta es Nogamba, tiene una revista que nos apoya en todos los procesos electorales. Ya le hemos adjudicado la subvención. - Abandona a Juaniño con el Drag.
- Hola, compañero. ¿Qué tal se vive de Ministro?. - Le da dos besos marcandole la cara de carmín. La ceniza de su cigarrillo le hace un agujero de puta madre en la chaqueta.
- Pi- pienso que la problemática so-social, se debe abordar desde un puto de vista progresista para adap-adaptarse a las nuevas demandas...
- ¡Déjate de gilipolleces!, me refiero a vuestros saraos, fiestas, rollitos... - le guiña un ojo.
- Pi-pienso que la problemá,,,
- Tu eres un poco como idiota, ¿no? - le suelta el Drag antes de dejarlo solo.
Juaniño vuelve a encontrarse desvalido y desorientado. Pega lo mismo que los Albertos en el Club de los Honrados.
- ¿Qué?, a que es simpática Nogamba - le dice Chenchu que se acerca a por mas cava.
- Mucho. - responde secamente.
La Ministra vuelve a abandornarle. El desodorante, a Dios gracias, no.
- Yo te conozco, tu sales en la tele - le entra una tía buena con pañuelo palestino e indumentaria de rebelde de teleserie.
- Si, puede que si, claro yo, yo ... - se atropella Juaniño.
- Me llamo Mónica y soy artista. - le hace una graciosa genuflexión entregándole la mano.
- Soy Juan, Juaniño y soy algo Ministro. - le besa la mano con elegancia.
- Que interesante, ¿estarás a favor de apoyar a la cultura? - se frota mentalmente las manos.
- Si, completamente a favor. - Su mente trabaja rápido, antes de nada tiene que asegurarse de algo. Como quien no quiere la cosa, deja caer su bebida sobre la entrepierna de mónica.
- ¡Ah!, eres un pelin torpe - se ríe
- No me he dado cuenta - parece que no hay bulto..., si es una tía.
- Ahora tendré que ir a cambiarme al hotel, podría coger cistitis - le dirige una mirada traviesa.
- Ministro Juan a su servicio, iremos en mi coche oficial - debe concentrarse para que no se note su entusiasmo.
El chofer sonríe para sus adentros. Juan da instrucciones como quien dice buenos días.
Al llegar al hotel, Mónica se encuentra con unos amigos del mundo del arte. El Ministro siente que se le escapa el plan.
- ¡Archie!, que alegría. ¿También os alojáis aquí? - muac, muac.
- Si reina, mi novio Ander y yo hemos venido al recital de poesía deconstructiva. Oye, ¿Quién es tu amigo?.
- Es Juan, y es Ministro de algo. - lo señala como si fuera un mueble.
- Ho-hola...
- Casi es la hora de comer, podríamos ir juntos a un local de miedo que hay cerca del Callao. - Dice Ander mientras coge por el brazo a Juaniño, no se vaya a escapar.
- Chachi, iremos en su coche oficial.
Con los pies fríos y los huevos calientes se montan los cuatro en el coche. La sonrisa del chofer es más elocuente.
El restaurante es muy mono. Las sillas son demasiado estrechas pero parece limpio y bien montado. Se deja aconsejar en la comida y para su sorpresa no está mal. Ni que decir tiene que sabe quien va a pagar todo esto. La mayor parte de la conversación es intrascendente, pero de vez en cuando se toca el tema de las ayudas gubernamentales y tal. Discretos, discretos no son. Claro que el no se compromete, sólo dice si y claro, claro. Bueno, puede que ellos lo interpreten como un sí.
- Juan, - le dice en los cafés Mónica - déjame trescientos euros.
¡Ala!, piensa el Ministro, pero no protesta. Saca la cartera, se le cae un billete de quinientos, lo recoge busca otros y finalmente le da el gordo. Mónica se va a hablar con un tío del restaurante
- Ya está. Vamos al baño. - Se levantan todos y Ander tira de su manga.
Sobre el lavabo preparan las rayas de coca. Juaniño probó una vez un porro cuando era estudiante, le sentó como un tiro. A decir verdad en aquella ocasión le entró el pánico y se lo confesó todo a sus padres. Casi le cuesta quedarse sin Master en EEUU. Al final su progenitores se ablandaron, su niño no iba a ser menos que el actual Ministro de no se qué ,hijo del gobernador civil de no donde, en el sesenta y siete.
- Venga, para el político molón dos rayas. - se entusiasma Archie mientas se restriega la nariz.
Nota un calor terrible que se le sube a la cabeza. Durante unos segundos cree que va a desmayarse o algo peor. El pulso le late raro, o eso es lo que cree. Sin embargo, una vez superado el terror se siente distinto. Es poderoso, es fuerte, es simpático. El mundo es de puta madre. ¡A por él!.
Las horas pasan vertiginosas. No sabe cuando se ha hecho de noche ni las veces que han ido al baño a enchufarse poción mágica. Tampoco lleva la cuenta de los billetes que se ha fundido. Le presentan gente y más gente, es el alma de la fiesta.
Recuerda haber bailado un tango con Nogamba y la cara de asombro del Drag.
Cuando es de madrugada, sin saber por que, vuelve a estar sólo en un garito del centro de Madrid. A su lado un tipo, alguien que parece despistado de una despedida de soltero, se sienta a su lado. Empiezan hablando del tiempo hasta que descubren que estudiaron juntos. Pues habrá que celebrarlo, con coñac, como en sus tiempos. Ya amanece.
- Vamos Santi, vamos a tomarnos la última - dice un tambaleante Juaniño.
- Di que si Juaniño, como los hombres... - casi se cae Santi.
En mitad de la calle y voz en grito cantan “Asturias patria querida...”
- Venga tío, la que cantábamos en el colegio, la que decía Don Rafael que no tenías rival...
- Ju,ju, es que me da vergüenza... - se acercan a la Plaza de Puñetas, donde presuntos comunistas han pasado la noche bebiendo vino en honor a Lenin.
El Ministro y su amigo no ven más allá de sus narices. Todo es borroso y tiembla.
- ¡Prietas las filas, ....tarata tara y pan!- voz en grito los dos tenores despiertan a los amodorrados anarco-punkis.
- ¡Voy por rutas imperiales...! - están exaltados recordando años mozos.
- ¡Fachas hijos de puta! - farfullan dos leninistas que se despiertan.
- Nos estas insultando a nosotros, ¡joder!me-me llaman facha ¡¿ a mi?! - Juaniño está desatado, arranca una señal de tráfico y la emprende a hostias con los punkarras que no han huido despavoridos por estar demasiado borrachos. Santi le ayuda con una botella rota del suelo. Se oyen sirenas de policía pero llega primero la prensa:
- “Fuentes cercanas a nuestra cadena, nos informaron ayer, que el Ministro Juan Marrón no debía estar muy de acuerdo con la política de su gobierno. Le vieron salir del acto de celebración de la ley para la Extrema Unción de Gays y Hermafroditas mucho antes de que terminara. A primeras horas se confirmaba la noticia: El Ministro, en compañía del líder ultraderechista Santiago Ramos, ha propinado una brutal paliza a unos jóvenes pacíficos y reivindicativos. Mientras unos estaban de vigilia para ensalzar la Democracia, el ahora ex-Ministro, la emprendía a golpes como represalia de no haber parado una ley por la libertad y la tolerancia. Desde la Plaza de las Puñetas, Marja Jolinnes para informativos Telequinto”.

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